miércoles, 26 de noviembre de 2008

Última parte de la Presentación de "Poemas al Viento" en Oberá

Después de las palabras de Nilda Barba, el autor leyó su poema "Quiero ver la vida" e inmediatamente la escritora Mercedes Sáenz(3) tomó la palabra para decir:
Cuándo era chica una vez pregunté qué sucede con la voz en el espacio, me habían dicho que las cuerdas vocales se movían con aire ¿entonces, sin aire, sin brisa, sin viento, cuándo se sale del límite del mundo, somos todos mudos?
¿Dónde queda la palabra entonces?
Escrita, contestó mi maestra de aprender que era la vida.
Escrita, que es cuándo se hace propia en el alma la voz del otro, su sentimiento, su música. El significado cambia con los tiempos y hay palabras que no se han movido de sus estrofas o de sus párrafos por siglos. La poesía tiene una particularidad con respecto a otros formatos de la escritura y es que puede volar más liviano por más hierro que tenga su contenido, a veces cantarse aún sin sonido. Puede montarse al viento, a las voces del viento que es el encargado de dispersar las cosas por el mundo, arquitecto insobornable de las semillas y de los granos de arena. No se puede retener el viento.
En el libro de Roberto se ha logrado apresar su voz que parece infinita, pero no su vuelo.
Estos son sus poemas, para las edades que ya se han ido, para las que van llegando, su música no reconoce tiempos, sólo pide distancias y acaban de lanzarse a volar. Su libro es cómo una mariposa de colores que eligió en esas hojas su morada, levanta vuelo cuándo los ojos del alma la sueltan y vuelve cien millones de veces cuándo la guarda un suspiro.
Después de estas palabras tanto el autor Luis Roberto Chaves Acuña como Nilda Barba, Rubén Gómez y Mercedes Saénz leyeron poemas del libro, para finalizar el autor leyendo dos poemas más.
El autor reconoció a quienes lo ayudaron entonces, y entregó un obsequio a cada uno de sus ex alumnos presentes allí y que colaboraron en la edición del libro.
Finalmente para acompañar y honrar a este poeta tanguero, su amigo Nicolás Aguilar con la guitarra y Fabián Simón, dueño de una voz privilegiada, cantaron algunos tangos con los que se cerró la ceremonia, que por cálida, por emocionante, por recorrer gran parte de la vida de un hombre que ha hecho y no ha dejado de hacer, fue sencillamente inolvidable.
(3) Mercedes Sáenz nació en Buenos Aires y vivió parte de su infancia en un puesto entre Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia. Publicó cuentos y colaboraciones en diversas revistas nacionales y del extranjero. Publicó su primer libro "Filos de lata" en la editorial Vela al Viento, en julio de 2008. Actualmente prepara su primer novela.

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