martes, 29 de diciembre de 2009
Primer Premio para Mercedes Sáenz!!!
En el enlace (hacer doble click en el título de esta nota para leer el relato) compartimos el relato de Mercedes que publicara su primer libro "filos de lata" en nuestra editorial, Vela al Viento.
http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf?mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Fgrass%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=091226211241-2f3d471973f1471daa43d8d87d4b0c82&docName=ganadores_i_certamen_de_relatos_navidad_2009&username=SalamagA&loadingInfoText=RELATOS%20GANADORES&et=1261865524250&er=31
Esperamos los comentarios.
Muchas Gracias, y Felicitaciones para Merci!!!!
jueves, 27 de agosto de 2009
Vela al Viento en el VIII Encuentro de Poetas “Junín 2009”
Este año Nilda Barba, Isabel Krisch y Rubén Gómez estarán presentes.
Es notable la presencia de amigos queridos y talentosos como Rolando Revagliatti, Emilce Strucchi, Jorge Ariel Madrazo, Ana Guillot, Jorge Paolantonio, Graciela Wencelblat, Beatriz Schaeffer Peña, Marta Cwielong, Javier Magistris, Alejandra Mendez, Claudio Lomenzo, Sergio Gioachini, Florencia Lo Celso, Patricia Sibar, y tantos más...
Publicamos el programa de actividades para quienes estén cerca.
Celebración del encuentro en la poesía.
Programa de actividades
Viernes 25
Sede: MUMA / V Feria Regional del Libro. 7 minutos de lectura por participante.
17,00 hs. Bienvenida / Anticipo: Claudio Portiglia.
17,05 hs. Mesa 1: Leen: Rubén Américo Liggera, Nilda Barba, Rolando Revagliatti, Juan José Mendoza.
17,35 hs. Mesa 2: Leen: José Luis Visconti, Susana Griffin, Juan Carlos Salman
18,00 hs. Mesa 3: Leen: Silvio De Gracia, Emilce Strucchi, Javier Robledo.
18,25 hs. Mesa 4: Leen: Patricia Carini, Jorge Ariel Madrazo, Ana Guillot, Jorge Paolantonio.
Sede: Sociedad Española. 10 minutos como máximo de lectura por participante.
20,00 hs. Apertura oficial del VIII Encuentro de Poetas “Junín 2009”; Claudio Portiglia
20,10 hs. Mesa 5: Leen: Graciela Wencelblat, Héctor Berenguer, Beatriz Schaefer Peña.
20,40 hs. Mesa 6: Leen: Marta Cwielong, Javier Magistris, Alejandra Méndez, Osvaldo Ballina.
21,20 hs. Homenaje a Marcelo Alonso, por Enrique Scarpatti (10´)
Intermedio: de 21,30 a 21,50 hs. Refrigerio / Intercambio de material.
21,50 hs. Mesa 7: Leen: Claudio Lo Menzo, Nancy Cánepa, Sergio Gioacchini
22,20 hs. Mesa 8: Leen: Florencia Lo Celso, Enrique Scarpatti, Patricia Sibar.
Sábado 26
Sede: Sociedad Española. Por la mañana. 10 minutos como máximo de lectura por participante.
11,00 hs. Homenaje a Daniel Muxica, por Rodolfo Álvarez (15´)
11,15 hs. Mesa 9: Leen: Hugo Hoyos, Piero De Vicari, Patricia Carini, Juan Carlos Salman
11,55 hs. Mesa 10: Leen: Emilce Strucchi, Silvio De Gracia, Nilda Barba, Juan José Mendoza. 12,35 hs. Mesa 11: Leen: Javier Robledo, Rubén Eduardo Gómez, Sergio Giuliodibari, Rolando Revagliatti.
Sede: MUMA / V Feria Regional del Libro. 7 minutos de lectura por participante.
17,00 hs. Mesa 12: Leen: Héctor Berenguer, Graciela Wencelblat, Hugo Hoyos.
17,25 hs. Mesa 13: Leen: Nancy Cánepa, Javier Magistris, Florencia Lo Celso, Sergio Gioacchini.
17,50 hs. Mesa 14: Leen: Enrique Scarpatti, Marta Cwielong, Claudio Lo Menzo.
18,15 hs. Mesa 15: Leen: Alejandra Méndez, Claudio Portiglia, Beatriz Schaefer Peña, Osvaldo Ballina.
Sede: Sociedad Española. Por la noche. 10 minutos como máximo de lectura por participante.
20,00 hs. Mesa 16: Leen: José Luis Visconti, Alda Salzarulo, Rubén Américo Liggera.
20,30 hs. Mesa 17: Leen: Darío Lobato, Ana Guillot, Roberto Glorioso.
21,00 hs. Mesa 18: Leen: Susana Griffin, Jorge Ariel Madrazo, Isabel Krisch
Intermedio: de 21,30 a 21,50 hs. Refrigerio / Intercambio de material
21,50 hs. Mesa 19: Leen: Rodolfo Álvarez, María Julia Magistratti, Jorge Paolantonio.
22,20 hs. Mesa 20: Leen: Paula Yende, Aldo Novelli, Liliana Campazzo
Cena de los poetas: a partir de las 23,15 hs.
Domingo 27
Sede: MUMA / V Feria Regional del Libro. 7 minutos de lectura por participante.
16,00 hs. Homenaje a José Carlos Gallardo, por Silvia Poggi (20´)
16,20 hs. Mesa 21: Leen: Piero De Vicari, Alda Salzarulo, Sergio Giuliodibari, Isabel Krisch.
16,50 hs. Mesa 22: Leen: Liliana Campazzo, Darío Lobato, María Julia Magistratti, Aldo Novelli.
17,20 hs. Mesa 23: Leen: Rubén Eduardo Gómez, Roberto Glorioso, Patricia Sibar, Rodolfo Álvarez.
17,50 hs. Cierre del Encuentro. Claudio Portiglia
Sedes:
MUMA “Ángel María de Rosa”, Roque Sáenz Peña 141, tel. 02362 - 443047
y Sociedad Española de SS. MM., Narbondo 32, tel. 02362 - 422328
miércoles, 26 de agosto de 2009
Lo que son las cosas - "Cartonpoint 1"
Cuando tuve el libro listo y ya sabía que se iba a llamar LO QUE SON LAS COSAS, pensé en que era un libro que contenía buenas imágenes con las que un artista plástico, un diseñador, o un fotógrafo podría trabajar muy bien.
Además, en la contratapa del libro, el escritor y amigo Jorge Spíndola, cita a Italo Calvino que dice: “El hombre camina días enteros entre los árboles y las piedras. Raramente el ojo se detiene en una cosa, y es cuando la ha reconocido como el signo de otra”.
Con ese aliciente me animé. Revisé mis contactos durante varios días y realicé varios listados conteniendo posibles convocados a semejante tarea.
Llamé por teléfono a un amigo mío que, en este caso reservaré la identidad, para pedirle asesoramiento, ya que era mejor si llegaba a estos artistas de la mano de un artista plástico. Le expliqué el proyecto y me dijo:
- Andá a verlo a Pedro, de parte mía… otra que Alonso! – me dijo. Recordé las obras de Carlos Alonso y me emocioné.
Fui hasta la casa de Pedro, le conté lo que quería, también de mis libros anteriores y de todos los lugares a donde había llegado de la mano de la poesía. Y entonces me dijo:
- Mirá lo que son las cosas, che… Y ¿de qué trata el libro?
Y me mató. Me quedé pensando. ¿Se puede resumir un libro de poemas? ¿Se puede reseñar al menos, un libro de poemas? No sé. Tal vez se pueda traducirlo de alguna manera al propio lenguaje o vibración interna. Dí algunas vueltas para no decir nada, y me quedé pensando en la pregunta. ¿Cuál es el tema del libro? ¿Sobre qué?
- “Mirá lo que son las cosas”, me dije, no lo había pensado desde ese lugar.
Pedro levantó las cejas, me miró con los ojos extrañados y juntó los labios mientras asentía.
Y seguí contándole que el libro está dividido en varias partes. La primera se llama Lo que hay, y en ella encontramos algunas de las cosas que somos: un piso detenido en una fría estación, una lluvia que lava urgencias, la piel que se acomoda en el tiempo en que cae una lágrima, una raya al costado detenida antes de la despedida, un paso que maldice al olvido, un cielo sostenido y leí (CIELO)
Hay que levantar la vista
Ver el cielo cortado
Cientos de cordones cables hilos
La mirada no lo abarca sino en parcelas
Cielo alambrado
Es imposible que este cielo
- decía la abuela –
se nos caiga encima
Cuando levanté la vista, Pedro tenía en sus manos una lámina. Me contó que su abuela también decía que cuando el cielo estaba muy encapotado y con toda la amenaza de lluvia sobre la cabeza, que el cielo se nos caía encima. Y me mostró lo que había hecho.

- ¿Qué tul? – me dijo.
- Bien, gracias… un poquito literal, ¿no? – alcancé a balbucear. ¿La abuela del Perro Coraje?...
- Si, pega mucho con los pibes…
Mientras me contaba que tenía mucho trabajo como pintor de letras en los comercios del barrio, fui deslizándome hacia la puerta y huí con la lámina en mis brazos.
- ¿No querías uno que dibujara como Alonso? No sabés como la mueve en los picados… Otra que el Beto Alonso!!
Nuevamente el mismo proceso. Le conté del proyecto y le leí el poema del ciruelo.
hay un ciruelo en flor
la casa de juan carlos devuelve
la primavera mil cincuenta y ocho
noviembre de Rubén busca las maduras
poda la damasca ahuyenta a los gorriones
que picotean los higos que roban al sol
levanta la parra con alambres
juega con mateo
césped mientras el asado
sonrisas de mauro
tomamos un vino
el ciruelo de juan carlos espera
soles propicios sus rojos
rojos que no tendrá la rawson
mil cincuenta y ocho
demolida ausencia tierra hecha greda
sequía de otros abandonos
vaya uno a saber
qué ha sido de los ciruelos
mil cincuenta y ocho
vaya uno a saber
en manos de quién están
El fotógrafo se fue de la habitación sin mediar media palabra y regresó con tres fotos dispuestas sobre la lámina.

- ¿Y esto? – le dije.
- Yo sabía que le iba a gustar. Enseguida le cacé la onda. Yo hago fotos publicitarias.
- Pero me dijeron que usted sacaba fotos como Aldo Sessa…
- Ah, de ahí debe venir la confusión. Yo soy Aldo César. Aldo César Pereyra, fotógrafo publicitario para servirle…
Y bueno, perdido por perdido, me dije, probemos.
Le leí, viento
viento que sopla doble
aúlla arriba
golpea el pecho
para que escuche
baja el mentón
auuuuu ya
y sube
y el aullido más arriba
auuuuu ya
y la sonrisa espera
en el fondo
detrás de los ojos
la roja amarilis
Aldo sonrió con la idea de un viento-lobo. Y me dijo que el viento nos habita y que nos es inevitable, mientras dibujaba y dibujaba con sus lápices prestos. A simple vista parecía un experto. En pocos minutos me mostró su trabajo:
tierra pasa con el viento
la tierra pasa
no importa el manijón las bisagras la llave
pasa la tierra al piso los muebles el pelo
y la boca
no hay caso
insiste pasa la tierra
habita la rutina del trapo la tierra
la escoba la tierra
pasa
Aldo asintió con gesto adusto. Hizo una pausa, se quedó pensando, miró hacia arriba como buscando la idea justa y entonces dibujó:
Me dijo que fuera a ver a Rosita que era fotógrafa de la Policía hasta que se jubiló y después hacía cumpleaños de quince y casamientos.
Estaba frito, pero le hice caso.
Este compendio de ideas sobre las cosas que se hacen uno tiene una segunda parte que se llama LOS QUE SON y allí
hay una vereda rota siempre
prueba los tobillos siempre
rota siempre
un riacho circula baja discurre
por la avenida siempre
lleva un mensaje
un pucho siempre
quizás una pluma
un yuyo zonzo se subleva siempre
al cemento
se yergue con flor y todo
y no pide riego
ni que le hablen
ni más luz
ni una aspirina en el agua pide
ni que limpien sus hojas con leche
ni fertilizantes ni cenizas
su flor pide
que no arreglen la vereda
Rosita me habló entonces de la perseverancia y la constancia, dos puntales en la carrera policial. Se colgó la cámara al cuello, me dijo “Peremé un cachito” y volvió con la foto de la vereda:

- Esta la tenía de cuando hicimos el reclamo al intendente – me dijo.
una mujer de más de setenta de pelo en saco
largo una manga la otra sostiene expedientes
es la izquierda y camina contra el tránsito
el ceño pollera larga blanca zapatilla
y la otra no
hay el semáforo que corta
y la mujer mira adentro de cada auto
cada butaca solo unos segundos
y vuelve a caminar
hay quien dice es municipal
otros que escapó del hospicio de los expedientes
y hay quien asegura que ella es quien se busca
en coche va una niña carabín
en coche va una niña carabín
hija de un capitán
carabirulí carabirulá
Rosita sonrió con la canción de su infancia.
Le hablé de la lucha de los setenta y de los amigos y familiares perdidos.
nariz de piso busca snif snif
hueso y resto busca snif snif
sobran cáscaras
sobras de edificio
sobra el perro
calle busca snif snif
sobre el nylon
no comas arroz con vidrio
no puntos busca snif snif
se pega el pañal
nariz húmeda
de piso
al piso busca snif snif
basura
en nylon anónima busca snif snif
sobra doblado
duerme hambre busca snif snif
en el container
sobra
Rosita me miró con sorpresa y sonrió.
- Usté hace como el Batuque – me dijo.
Esta vez fue a la cocina y despegó una foto de la heladera.

- Acá está el Batuque… le quise sacar una foto pero siempre se me venía encima así que es la única que tengo… Si le sirve puede llevársela también…
(PIEDRA)
las piedras dispuestas
en todo lugar de paso
solo para el paso y su dificultad
un lenguaje y el decir
esta lengua trabada a fuerza de vocalizar
con piedras en la boca
Rosita me contó que antes se le ponían piedras en la boca a tartamudos y a los que tenían problemas de dicción para corregir sus problemas. Yo le dije que el lenguaje a veces se me volvía una piedra, como la de Sísifo, a la que debía empujar incesantemente y sin encontrar la palabra justa, la definitiva, la que debe ir allí y no en otro lugar.
Rosita fue hasta el dormitorio y me trajo otra foto:

Rosita me instó a seguir y le conté que la tercera parte del libro se llama SON LAS COSAS y allí hay sábanas y despertadores,
una cuerda de pared a pared la ropa y
el viento y el peso mojado vencen
el dueño del patio supo qué hacer
arte de alambre argentino
no es incomprensible
cuidar su patio y familia
a la vista están
sus desamparos
Entonces hablamos con Rosita sobre la soledad, la del alma y la física, de los que nos dejan sin dejarnos y de los que nos hacen falta. Ella se paró frente a uno de los cuadros de su living, lo bajó, le sacó el papel de atrás y me dio la imagen:

Me pareció que la estaba incomodando, que en cualquier momento me iba a pedir todo lo que me había dado, incluso la foto de Batuque, por lo que me apuré a despedirme.
- Muy bien –le dije- pero me siguen faltando algunas imágenes y no estoy muy convencido de que sean las que quiero…
- No te preocupes, Rúben… ¿Para qué está Cacho? Andá a verlo al Braian que es un pibe que dibuja como los dioses… decile que sos el pueta… el ya sabe…
martes, 25 de agosto de 2009
Lo que son las cosas - Segunda parte de lo que pasó
En la primera parte Rubén Gómez dijo:
Gracias a todos por estar aquí, hoy para la presentación de este libro. Es raro estar en dos lugares tan importantes para la obra y ser uno mismo el que tenga que ocuparlos. Quiero hablarles primero desde mi lugar de editor –irresponsable- de un libro propio.
Generalmente las editoriales son las que se ocupan de dar a luz a las obras de los escritores. Pero este libro en particular fue el generador de la editorial. Aquellos que tenemos más de una experiencia en materia de publicar libros hemos tenido que aprender un poco de todo, la forma de presentar el original, el diseño, el papel, la tapa, los colores de la tapa, el formato de la imagen, la tipografía interior, todos tecnicismos que muestran las variaciones existentes entre un libro y otro que, a veces, son como las que se ven entre la luna y el sol.
Y después la otra mitad: la presentación, la publicidad, la prensa, la distribución, las librerías, los porcentajes de las librerías, tuvimos que aprender a cobrar, en fin, una serie de cosas que, a simple vista, no tendrían que preocupar a un escritor, y sin embargo siguen siendo materia de preocupación y de ocupación.
LO QUE SON LAS COSAS todavía no se llamaba así en el 2006, tenía otro nombre, pero la mayoría de los poemas que integran hoy el libro estaban allí. Buscaba una editorial que me contuviera, una editorial en la que pudiera descansar, llevar el original y olvidarme del libro hasta que ya estuviera listo. No era un imposible ni nada por el estilo. Y no la encontré.
Lo más probable es que haya sido mi impericia en la búsqueda lo que no me lo permitió. Pero estos tropiezos, estos golpes contra muros indescifrables, crípticos y sólidos, esbozaron el camino sinuoso, de cornisa quizás, que transito con VELA AL VIENTO.
Un hermoso oficio el del editor. Disfruto mucho con la aparición de cada libro, me gusta entregarlo en mano cada vez que las distancias me lo permiten y poder ver los ojos del autor al descubrirlo. Trato de acompañar en cada presentación, que los nervios, la ansiedad y la emoción no se queden en uno. Los abrazos, las lágrimas, las voces cortadas, las lenguas secas y todo lo que no puede medirse, describirse, escribirse, sino simplemente disfrutarse.
Es inevitable pensar que hace 21 años presentaba mi primer libro “El pecado de soñar” en la vieja Escuela de Arte, ubicada en la zona del puerto de Comodoro Rivadavia y hoy demolida. 21 años es un montón de vida, ¿no?
Es inevitable caer en los lugares comunes a los que el amontonamiento de recuerdos nos lleva y trae de manera tan caprichosa como el viento.
Ahora, después de haber presentado cuatro libros antes de este, ¿Cómo se hace para presentar un libro propio sin dar demasiadas pistas o inducir la lectura de quien lo recibe?
Está la presentación formal: “Estimado público, amigos, colegas, lectores… les presento mi libro Lo que son las cosas…. Lo que son las cosas, libro mío te presento a tu público”, y entonces el escritor, debería dejar que las cosas pasen entre ellos, como una suerte de Celestino, para después asombrarme y decir: “Mirá lo que son las cosas”, ¿no?
Generalmente el escritor se vale de algunos artilugios para contribuir al misterio: invita a otro escritor a que hable del libro, invita a algún músico que entretenga y distraiga, invita a alguien con buena voz a leer poemas, entre otros.
Yo no invité a otro escritor. No invité a un escritor para que hable del libro. Invité a un gran poeta y a un querido amigo que sabe que puede decir lo que se le antoje de LO QUE SON LAS COSAS, porque este libro también es suyo. Porque si este libro es lo que es, lo es justamente porque han sido sus palabras las que han poblado mi mano.
Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza
[e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que
[sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el
[placer.
(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa.)
Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe.
El poema que acabo de leer se llama LA DESTRUCCION DE LA REALIDAD, del maestro y amigo Víctor Redondo.
Lo que son las cosas - Primeras Fotos de lo que pasó
En primer plano Norma Barba y Garciela Wencelblat. Mas atrás parte de las queridas Pretextos.
Rubén charla con Marcelo Carmelino (un amigo de la infancia) y con su hermano Alfredo. Por detrás pasa Susana Villalba rumbo al escenario para anunciar el acto. Silvia Montenegro mira a Daniel Grad. Ramón Fanelli sonríe mientras hace sociales de pie. Daniel y Cecily conversan animadamente sentados y esperando.
viernes, 14 de agosto de 2009
Malvinas, mi historia
ediciones patagónicas

directamente al autor paulo_mantello@hotmail.com
Postales EN la Aldea

ediciones patagónicas
invita
a la presentación del libro
POSTALES DE LA ALDEA
de Margarita M. Sacks
que tendrá lugar el próximo sábado 15 de agosto de 2009,
Los esperamos
viernes, 24 de julio de 2009
domingo, 19 de julio de 2009
Concurso para libros editados
1) Con el doble propósito de, por un lado, distinguir a la edición de libros de poesía en castellano y, por otro lado, incrementar el patrimonio bibliográfico de cinco bibliotecas de la provincia de Entre Ríos, en el mes de junio de 2009, se convoca a todos los escritores y editores interesados a participar del PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA «JU
1.a) una obra de arte inspirada en el libro ganador, cuya confección se encargará luego del fallo del jurado a un reconocido artista plástico; y
1.b) una suma en efectivo de 2.000 pesos (dos mil pesos, moneda argentina), o su equivalente en dólares si el autor ganador resultase ser no-argentino.
El premio se otorgará al mejor libro de poesía editado en papel que sea enviado al certamen y no podrá ser declarado desierto.
2) Se habilita a participar a todos los autores que así lo deseen, sin restricciones de sexo, edad, nacionalidad o residencia, con libros de poesía impresos en cualquier fecha y lugar, con o sin ISBN y sin límites de extensión, siempre y cuando envíen sus volúmenes impresos en castellano. No se aceptarán volúmenes sin encuadernar.
3) Cada escritor podrá enviar tantos títulos como desee. Decada título deben enviarse 5 (cinco) ejemplares. La totalidad de los ejemplares recibidos, una vez concluido el concurso, será donada a cinco bibliotecas de la provincia de Entre Ríos, a saber:
4) El Premio «JUAN LAURENTINO ORTÍZ» se otorgará un libro de autor individual. Sin embargo, se aceptarán antologías y otras publicaciones colectivas (de grupos, de talleres, etcétera). De hecho, se otorgará como mínimo:
4.a) un Diploma de Honor a libro(s) de más de un autor.
También se concederán Diplomas de Honor a:
4.b) mejor libro de poesía para niños;
4.c) mejor libro de poesía con ilustraciones;
4.d) libro de edición más original (para libros-objeto que se destaquen formal y conceptualmente). El jurado tendrá la libertad de establecer otras distinciones, extendiéndose diplomas de honor por cada una de ellas.
5) No constituye obstáculo a la participación en este Premio que el/los libro/s aspirante/s se encuentre/n concursando en otro certamen ni que haya/n obtenido galardones de cualquier índole con anterioridad.
6) Plazo: la recepción de obras cierra el 21 de setiembre de 2009. Se tomará en cuenta la fecha del matasellos. Los envíos debenhacerse a:
“PREMIO JUAN LAURENTINO ORTÍZ,
25 de Mayo nº 518,
CP (3100), Paraná, Entre Ríos
Argentina”.
Los organizadores no se responsabilizarán por las pérdidas o daños que pudiera sufrir el material remitido, aunque les apenaría mucho cualquier incidente de este orden. Por eso se recomienda efectuar el despacho a través de correo certificado. Se acusará recibo de las obras mediante un mensaje de correo electrónico.
7) El jurado, que producirá su fallo antes del 21 de noviembre de 2009, estará integrado por 5 escritores y expertos en literatura de la región y sus nombres se harán públicos una vez emitido su veredicto, el cual será inapelable.
8) Cada autor deberá adjuntar una hoja que contenga los siguientes ítems:
9) La remisión de los libros a la dirección indicada implica la plena aceptación de las bases de este certamen y consiente automáticamente la donación de los ejemplares recibidos a las bibliotecas mencionadas. Si un autor enviase menos de 5 ejemplares de un título, no se lo habilitará como contendiente al PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA «JUAN LAURENTINO ORTÍZ» y el conjunto de libros se repartirá lo más equitativamente posible entre las entidades beneficiadas. Las situaciones imprevistas que pudieran suscitarse se resolverán según el leal saber y entender de convocantes y jurados.
10) Por consultas, escribir a:
jueves, 9 de julio de 2009
Barbijos, por Máximo Ballester
Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y sin peligro y entonces juga

Máximo Ballester
domingo, 5 de julio de 2009
Postales de la Aldea

viernes, 3 de julio de 2009
Suspensión
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha decidido SUSPENDER las actividades de la Casa de la Lectura, donde iba a realizarse la presentación del libro LO QUE SON LAS COSAS de Rubén Eduardo Gómez, el próximo día 7 de julio.
Por lo tanto, y hasta que la emergencia sanitaria sea levantada, la misma no se realizará.
Esperemos que pronto nos saquemos los barbijos de los ojos y de la cabeza.
Gracias a todos los que habían confirmado su presencia y a todos los que habían respondido en apoyo a la difusión de las letras patagónicas en Buenos Aires.
miércoles, 1 de julio de 2009
martes, 16 de junio de 2009
viernes, 12 de junio de 2009
Un rayo débil de luz
o solamente se escribe, sin pensar.
¿porque se sabe?
¿porque alguien espera algo
de lo que vamos a decir?
¿hay lugar en las antologías?
Las iluminaciones
¿existen todavía?
¿o el poeta escupe de
impaciencia?
¿Porque me amas?
¿Porque los pobres del mundo
tienen la cuenta cerrada del
espíritu?
¿Por qué
un rayo
de luz
débil
puede describir una habitación
oscura?
Poema de Cristian Aliaga (Darragueyra, Buenos Aires, 1962).
martes, 9 de junio de 2009
X Olimpíadas Colegiales de Poesía
BASES DE LAS X OLIMPIADAS COLEGIALES DE POESÍA - 2009
1.- A.P.O.A convoca a las X OLIMPÍADAS COLEGIALES DE POESÍA para estudiantes de escuelas de todo el país según las categorías enumeradas en el punto 2:
sábado, 30 de mayo de 2009
Alejandra

domingo, 24 de mayo de 2009
Lo que son las cosas - Nota en el diario El Patagónico

Para visitar la página:
http://www.elpatagonico.net/index.php?item=nota&idn=49084
Gracias.
miércoles, 13 de mayo de 2009
El Imaginario Clásico en la narrativa de Manuel Mujica Lainez - Presentación
El imaginario... nos permite volver a los clásicos con el ojo de Mujica

martes, 12 de mayo de 2009
Colonias Alemanas en la Patagonia Argentina

viernes, 8 de mayo de 2009
Presentación de LO QUE SON LAS COSAS en Comodoro
Es inevitable pensar que hace 21 años presentaba mi primer libro “El pecado de soñar” en la vieja Escuela de Arte, ubicada en la zona del puerto y hoy demolida.
Es inevitable caer en los lugares comunes a los que el amontonamiento de recuerdos nos lleva y trae de manera tan caprichosa como el viento.
Ahora, después de haber presentado cuatro libros antes de este, ¿Cómo se hace para presentar un libro propio sin dar demasiadas pistas o inducir la lectura de quien lo recibe?
Está la presentación formal: “Estimado público, amigos, colegas, lectores… les presento mi libro Lo que son las cosas…. Lo que son las cosas, libro mío te presento a tu público”, y entonces el escritor, debería dejar que las cosas pasen entre ellos, como una suerte de Celestino, para después asombrarme y decir: “Mirá lo que son las cosas”, ¿no?
Generalmente el escritor se vale de algunos artilugios para contribuir al misterio: invita a otro escritor a que hable del libro, invita a algún músico que entretenga y distraiga, invita a alguien con buena voz a leer poemas, entre otros.
Pero no cuento hoy con estas posibilidades.
Me dije que las presentaciones son oportunidades de vender ejemplares. Entonces pensé en la publicidad subliminal.
También pensé que quizás no todos comprenderían un metamensaje como este por lo que busqué algo más directo.
Finalmente no supe por cual inclinarme.
Entonces pensé en contarles una historia. Pensé en contarles que hace unos días me encontré con un ex compañero de la primaria mientras hacíamos ambos algún trámite engorroso de esos donde hay que hacer cola y todo.
- Ey, Rúben, - (Cartel “Me llamo Rubén y no Rúben!!") me espetó casi a los gritos, llamémoslo Tito – Mirá lo que son las cosas, donde nos venimos a encontrar…
Después del abrazo y de conversar durante un buen tiempo –las colas para cualquier trámite suelen ser largas- hablamos de bueyes perdidos y también de algunas bueyas perdidas, y le comenté que hoy presentaba mi quinto libro de poemas y lo invité a venir.
- Qué bueno, Rúben – dijo Tito - ¿así que escribís, che? ¿Pero vos no hacías dibujitos? Yo me acuerdo que dibujabas bien vos…
No sabía qué decirle porque hace algunos años que no dibujo ni los impuestos, y atiné a sonreír y mirar hacia ese lugar al que uno mira tratando de hacer memoria. Y le conté de mis libros anteriores y de todos los lugares a donde había llegado de la mano de la poesía. Y entonces me dijo:
- Mirá lo que son las cosas, che… Y ¿de qué trata el libro?
Y me mató. Me quedé pensando. ¿Se puede resumir un libro de poemas? ¿Se puede reseñar al menos, un libro de poemas? No creo. En todo caso se puede interpretar un libro de poemas y tal vez hasta traducirlo de alguna manera al propio lenguaje o vibración interna. Dí algunas vueltas para no decir nada, y me quedé pensando en la pregunta. ¿Cuál es el tema del libro? ¿Sobre qué?
“Mirá lo que son las cosas”, me dije, no lo había pensado desde ese lugar. Entonces le mostré a Tito el libro y le dije:
- En la contratapa del libro, el escritor y amigo Jorge Spíndola, cita a Italo Calvino que dice: “El hombre camina días enteros entre los árboles y las piedras. Raramente el ojo se detiene en una cosa, y es cuando la ha reconocido como el signo de otra”.
Tito levantó las cejas, me miró con los ojos extrañados y juntó los labios mientras asentía. ¿Habrá entendido a Calvino? Pensé durante unos instantes y le dije:
- Este es el verdadero ars poética del libro, el arte poética: esa posibilidad, esa dulce posibilidad de que esa cosa sea el signo de otra cosa, y sobre todo el haberla reconocido como tal.
Y seguí contándole que el libro está dividido en varias partes. La primera se llama Lo que hay, y en ella encontramos algunas de las cosas que somos: un piso detenido en una fría estación, una lluvia que lava urgencias, la piel que se acomoda en el tiempo en que cae una lágrima, una raya al costado detenida antes de la despedida, un paso que maldice al olvido, un cielo sostenido y leí:
Hay que levantar la vista
Ver el cielo cortado
Cientos de cordones cables hilos
La mirada no lo abarca sino en parcelas
Cielo alambrado
Es imposible que este cielo
- decía la abuela –
se nos caiga encima
A Tito pareció interesarle y me habló de que su abuela también decía

Le conté que en el libro también hay una nube que acaricia el valle y se deshace en él, y la memoria de los ciruelos en el ciruelo otro, leí:
hay un ciruelo en flor
la casa de juan carlos devuelve
la primavera mil cincuenta y ocho
noviembre de Rubén busca las maduras
poda la damasca ahuyenta a los gorriones
que picotean los higos que roban al sol
levanta la parra con alambres
juega con mateo
césped mientras el asado
sonrisas de mauro
tomamos un vino
el ciruelo de juan carlos espera
soles propicios sus rojos
rojos que no tendrá la rawson
mil cincuenta y ocho
demolida ausencia tierra hecha greda
sequía de otros abandonos
vaya uno a saber
qué ha sido de los ciruelos
mil cincuenta y ocho
vaya uno a saber
en manos de quién están
Sentí que a Tito le gustaban los poemas que había elegido. Le conté detalles de la casa de la calle Rawson 1058 donde vivíamos hace unos años. Y también le conté de la sombra, y de un viento aullador:
viento que sopla doble
aúlla arriba
golpea el pecho
para que escuche
baja el mentón
auuuuu ya
y sube
y el aullido más arriba
auuuuu ya
y la sonrisa espera
en el fondo
detrás de los ojos
la roja amarilis
Tito sonrió con la idea de un viento-lobo. Y me dijo que el viento nos habita y que nos es inevitable. Le hablé de un árbol con raíces de viento, las marcas que huellan el viento y también de un metro de romero que nos condimentaba el patio. Y la tierra, claro, la tierra como palabras, como lenguaje del viento que somos:
tierra pasa con el viento
la tierra pasa
no importa el manjón las bisagras la llave
pasa la tierra al piso los muebles el pelo
y la boca
no hay caso
insiste pasa la tierra
habita la rutina del trapo la tierra
la escoba la tierra
pasa
Tito asentía con gesto adusto. Y me animé a seguir contándole mi libro, este libro que no puede resumirse. Le hablé de un camino que insiste, de una ruta que no sabe adonde llevar y la vuelta repetida, como si fuera un estigma del desconcierto.
Este compendio de ideas sobre las cosas que se hacen uno tiene una segunda parte que se llama LOS QUE SON y allí
hay una vereda rota siempre
prueba los tobillos siempre
rota siempre
un riacho circula baja discurre
por la avenida siempre
lleva un mensaje
un pucho siempre
quizás una pluma
un yuyo zonzo se subleva siempre
al cemento
se yergue con flor y todo
y no pide riego
ni que le hablen
ni más luz
ni una aspirina en el agua pide
ni que limpien sus hojas con leche
ni fertilizantes ni cenizas
su flor pide
que no arreglen la vereda
Tito me habló entonces de la perseverancia y la constancia. Le dije que en esta parte del libro las huifas beben con los ojos, también que los ojos se dan vuelta, que siempre hay alguien ahí afuera, las voces que nos gritan, las sombras que laten y las carpas silenciadas por la indiferencia.
Hay una mujer:
una mujer de más del setenta de pelo en saco
largo una manga la otra sostiene expedientes
es la izquierda y camina contra el tránsito
el ceño pollera larga blanca zapatilla
y la otra no
hay el semáforo que corta
y la mujer mira adentro de cada auto
cada butaca solo unos segundos
y vuelve a caminar
hay quien dice es municipal
otros que escapó del hospicio de los expedientes
y hay quien asegura que ella es quien se busca
en coche va una niña carabín
en coche va una niña carabín
hija de un capitán
carabirulí carabirulá
Tito sonrió con la canción de su infancia. Me habló de la lucha de los setenta y de los amigos y familiares perdidos. Le dije que dolían, como los güesos de un árbol frío, y leí el poema de un perro otro que busca:
nariz de piso busca snif snif
hueso y resto busca snif snif
sobran cáscaras
sobras de edificio
sobra el perro
calle busca snif snif
sobre el nylon
no comas arroz con vidrio
no puntos busca snif snif
se pega el pañal
nariz húmeda
de piso
al piso busca snif snif
basura
en nylon anónima busca snif snif
sobra doblado
duerme hambre busca snif snif
en el container
sobra
Tito me miró con sorpresa y sonrió. Le conté del hambre y el hombre, del perro de la calle y de los chicos de la calle, de los cartoneros y de las diferencias, de los miles de tonos en los que la calle quiebra la luz con la que vemos las cosas, le conté de una piedra:
piedra otra piedra y otra más
las piedras dispuestas
en todo lugar de paso
solo para el paso y su dificultad
un lenguaje y el decir
esta lengua trabada a fuerza de vocalizar
con piedras en la boca
Tito me contó que antes se le ponían piedras en la boca a tartamudos y a los que tenían problemas de dicción para corregir sus problemas. Yo le dije que el lenguaje a veces se me volvía una piedra, como la de Sísifo, a la que debía empujar incesantemente y sin encontrar la palabra justa, la definitiva, la que debe ir allí y no en otro lugar.
Tito me instó a seguir y le conté que la tercera parte del libro se llama SON LAS COSAS y allí hay sábanas y despertadores, bolsas de arpillera, y alambre:
una cuerda de pared a pared la ropa y
el viento y el peso mojado vencen
el dueño del patio supo qué hacer
arte de alambre argentino
no es incomprensible
cuidar su patio y familia
a la vista están
sus desamparos
Entonces hablamos con Tito sobre la soledad, la del alma y la física, de los que nos dejan sin dejarnos y de los que nos hacen falta. Yo le conté de mis cosas, de un sobre caprichoso y una pava que pajarea, de un mapa y una lombriz, una corona, y de una cama para equilibristas:
una cama de dos patas
invita a hacer equilibrio
a no conciliar el sueño el no descanso
hacer equilibrio
no caer en las redes que esperan abajo
para cuando no haya medios minutos
en los que pensar
hay la cama de dos patas
solo el equilibrio
Tito se quedó callado un instante y aproveché para contarle de otras cosas, de un cuadro pintado por ojos, de un libro que desnuda y sobre las cosas:
una lagartija besando la infancia pobre
repta sobre las cosas yéndose
distintas
insanas
yéndose en el piso
en el camino
en el tiempo
y en el vientre del reptar
dicen dicen dicen
que van al sol
que mudan la piel
que dejan pobre a la lengua seca
lo cierto es que
demudan las cosas
No pensaba seguir leyendo, pero Tito pidió otro café y me dijo:
- Mirá lo que son las cosas, Rúben, todo este tiempo, todas estas vivencias, tantas cosas… Leéme más…
Le dije que el libro tiene una cuarta parte que se llama LO QUE AGUA y allí, claro, hay una gota fría pero también fuego en las raíces y los capullos:
¿de qué está hecho
ese capullo?
¿esponja de sol
sumiendo la luz a su seno?
¿de qué
esos pétalos que absorben
espacio y tiempo?
ay ese capullo
como una brisa
que se lleva el mar
el cielo
¿de qué está hecho
ese capullo?
Entonces le conté a Tito del aire que no llega y de los peces que bébense, le conté del lugar donde las nubes pasan por debajo de uno y de la que viene con el olivo en la boca.
Le conté que la última parte del libro se llama LO QUE ESPERA y allí hay ángeles negros lacios, y le dije:
llaman a los ángeles
con los santos estampados en las manos
y el acordeón envuelto
en canciones gitanas
trenzadas en los cabellos de ángeles
negros lacios
ángeles bebas que llaman
llaman a los trenes
llaman a los ángeles
y no hay manera
Tito me preguntó de los viajes y las partidas, de lo que se va y lo que viene con uno con el viaje. Le hablé de un vuelo largo y oscuro, de un colibrí que maravilla en un noveno piso, de un piso lejano en la edad, de una caricia que espera, y de una foto del abrazo, que dice:
ahí está la foto del abrazo
brazos que faltan
en la despedida de lo que no se ve
el espacio que duele
los ojos al piso sin portarretratos
un suspiro viejo de cicatriz
un dibujo de manos grandes
y dedos de sol
el pelo largo dibuja mauro
y su dibujo camina
sin esperar
Tito me preguntó por mis hijos entonces, y le dije de Mateo, de Mauro y de Lorenzo, de lo que pasa y se siente cuando los veo correr y gritar y reír. Parecen querer atrapar toda la vida en el ya y en este instante, y levantan las manos, y leí entonces:
las manos arriba / más arriba /
arañando el cielo / rasguñándolo /
el cielo las manos
todo parece mucho entonces
las manos arriba para asir
lo que quiera llegar
lo que se deje tomar
arriba las manos
como una red
como una telaraña
de huesos sangre
y deseo
Tito se emocionó, el muy bobo, y aproveché para contarle que, como en todo libro hay una vez, pero que no en todos los libros podría encontrar un poema que cierre el libro y que hable de un balde. Aproveché que se sonaba la nariz con estridencia con una servilletita del bar, y leí:
las piedras la tierra que pasó
los pasos de latidos viejos
huellas en la playa del 83
hay que baldear
los gritos que retumban
y tumban y van
curitas y rasguños
los raspones y golpes
moretones azules
extrañamientos
baldear desgarramientos
desgarraduras
desesperaciones y desesperanzas
lo que se resiste al olvido
espinas bajo la uña
y cada error enmohecido
también la memoria
hay que baldear
corazón.
Tito me abrazó. Le dije que no solo tiene poemas el libro sino que lo engalana una Postdata intemporal de la poeta mexicana Guadalupe Elizalde, a modo de postfacio; le conté que la tapa es de la artista plástica de Puerto Madryn, Daniela Mastandrea, que realmente es excelente. Y le gustó todo esto.
En ese momento sonó un ringtone, Tito lo reconoció y atendió su teléfono. Me hizo señas de que lo esperara un minuto y salió del bar porque habla a los gritos supongo y quería privacidad.
Tito no volvió más. Llegó el mozo poco después y aboné los seis cortados y también las medialunas que Tito había deglutido después del recital personalizado.
Mirá lo que son las cosas…, me dije. Tengo que presentar mi libro y no sé como hacerlo aún. Vuelvo a pensar en qué decir de este libro, pienso en cómo poder resumirlo o reseñarlo y encuentro curiosamente esto que les ofrezco:
Un inventario de asombros.
Muchas gracias.
jueves, 23 de abril de 2009
Nuestros Poetas firman ejemplares en la Feria del Libro!!
miércoles, 1 de abril de 2009
¿Ya elegiste tu próximo libro?

- Voces de un pasado todavía presente – de Ernesto Maggiori – Investigación Histórica (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2006). Formato 18 x 24 cm. 224 páginas que registran diversas historias de comerciantes, pioneros, baqueanos e inmigrantes europeos que llegaron a la Patagonia a principios del siglo pasado. Con fotografías que dan testimonio de lo dicho y que responden a la época, este libro innova en la toma de la palabra por los hijos o descendientes de los protagonistas de las historias. El autor procede en sus investigaciones a estar en el lugar de los hechos y de esa manera se ha encontrado con material único que vuelca en éste y en todos los títulos que publica. De indudable valor histórico. $ 45.-

- ¿por qué me gusta tanto? – de Nilda Barba – Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2007). En un innovador formato de 20 x 20 cm. 144 páginas en papel ilustración de 90 g. con fotografías interiores de Ioana Menéndez. Este libro es un verdadero objeto de arte, no solo por el formato y presentación sino porque en forma integral su poesía es aún más bella que la forma en que se ve en los anaqueles de las librerías. Con su propia voz, dueña de un estilo particular, profundo, inquisidor y filosófico que nos permite adentrarnos en el mundo de Nilda y por ende en el de nosotros mismos. $ 29.-

- Lágrima demorada – de Viviana Santamarina – Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2007) . Formato 14 x 20 cm. 88 páginas en papel ilustración de 90 g. Este primer libro de la poeta Viviana Santamarina responde a su título exacto. La demora del dolor, la tardanza que ese dolor y no otro ocupa para abandonarnos, para alejarse de nuestro interior, en despedirse. Anido una pena / razonable y cruel, dice Viviana y parece resumir desde el lugar donde se escribe. $ 20.-

- Historias de frontera - Tercera Edición - de Ernesto Maggiori - Investigación Histórica (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2008). Formato 18 x 24. 224 páginas con fotografías de principios de siglo XX. Este libro (que ya lleva 3 ediciones) recoge historias de Policías, Bandidos, Baqueanos, Arrieros, Comerciantes, Peones y Troperos en la Patagonia. Con su habitual rigurosidad en la investigación, absoluto respeto ideológico y profunda preocupación del rescate de la verdad, este libro resulta imperdible para conocer gran parte de la historia y vislumbrar el por qué las cosas son como son en la Patagonia. $ 45.-

- Apenas una línea, roja - de Isabel Krisch - Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2008). 112 páginas en papel ilustración con ilustración de tapa a cargo de la artista plástica Elbia Sander. Este es el cuarto libro de poemas de Isabel. No es posible salir indemne de este libro de poemas. No. Es imposible no teñirse de rojo. No es Apenas ni a penas. Es una sublime línea, íntegra, compacta, como una flecha en manos de una arquera experta. No es Apenas una flecha. Una flecha roja. Se siente el peso inmediatamente. Dice Isabel: es demasiado // algo sustancial / en el cuerpo se rompe.Y es en el cuerpo donde comienza a sentirse lo que se quiebra y se teje, lo roto y lo asido, la red y la trampa. $ 30.-

- El viaje de los Dioses - Migración, creencias y folklore en Comodoro Rivadavia - de Graciela Ciselli y Aldo Enrici - Investigación sociológica (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2008), 204 páginas, con 27 fotografías antiguas y de la actualidad sobre los barrios Laprida, Manantiales Behr y Valle C de Comodoro Rivadavia. En el libro se analiza con rigurosidad, el fenómeno de la migración interna desde Catamarca y La Rioja a la Patagonia y en especial a esta zona -en principio campamentos petroleros- de la Capital del Petróleo. La migración no solamente física de los seres humanos que trabajaron en la zona, sino de sus creencias y folklore. Interesante visión sociológica de la cultura regional. $ 38.-

- Ese fragmento - de María Isabel Vidal - Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2008). 148 páginas en papel ilustración, con 9 fotografías de la propia autora. Dice la escritora Angelina Covalschi en el prólogo: "La hondura reflexiva de María Isabel está presente en cada imagen. Su poesía nos conduce, a través de un diálogo con la vida, por el complejo universo de las vanguardias. Hermética en algunos versos, tierna en otros, apasionada, en ocasiones de carácter tradicional, encarna y unifica la antigua voz de los juglares con el áspero grito del hombre moderno". $ 30.-

- El imaginario clásico en la narrativa de Manuel Mujica Lainez - de Alicia Lorenzo, Adriana Quiñones y Nelci Bravo - Investigación literaria (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009). Un ensayo que nos permite una relectura inteligente de la obra de Manucho. Cae el análisis sobre Bomarzo, Los Cisnes y El Escarabajo, libros insignes de Mujica Lainez con una mirada original y profunda, un análisis asombroso que nos lleva irremediablemente a este autor, inexplicablemente no reeditado en nuestro tiempo. $ 35.-


- Postales de la Aldea - de Margarita Sacks - Relatos (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009). (18x24) 96 páginas en papel ilustración de 90 g. El libro incluye ilustraciones de la artista plástica María Laura Rivas, que las produjo especialmente para el libro y basadas en los relatos de Sacks. En la contratapa del libro, el poeta Ariel Williams dice: " La infancia es un territorio de seres elementales. Recordar es volver a inventar el lenguaje que los nombra: barro, mariposas, sandía, tortuga, noche. Seres cuya materia es ella misma y, asombrosamente, puede dejar de serlo: "la materia muta", nos dice Margarita Sacks, y aparecen hadas, la Solapa, un barco pirata. La que recuerda es también idéntica a sí misma y, al mismo tiempo, no lo es: sobreimprime los ojos de la mujer en la mirada de la niña. Adulta o niña, ¿cuál de ellas es la viajera que nos envía estas postales?". $ 35.-

- Alejandra. Historia de una adopción mutua - de Gloria Rafaela Petti - Testimonio (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009, Segunda Edición). (15x21) 80 páginas en papel ilustración de 90 g. En la contratapa del libro, el escritor Marcelo Di Marco escribe: "En estos tiempos tenebrosos en que el valor de la maternidad y de la familia se han puesto demencialmente en tela de juicio, "Alejandra, historia de una adopción mutua" viene a responderle a la Cultura de la Muerte con la contundente fuerza del amor. Escrito desde el alma, y mediante un estilo preciso y expresivo de Gloria Petti, este es un libro necesario, que llegará al corazón de padre de cada uno de los lectores". $ 30.-
- Malvinas, mi historia - de Paulo Mario Mantello - Testimonio (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009).
- Doctora Jekyll y Señora Hyde - de Nilda Barba - Poemas (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
También los títulos de Bogavante.
- Siega – de Rubén Eduardo Gómez – Poesía (Bogavante / Bizarra, 2004). El tercer libro de poemas de este autor comodorense en el que se marca un notorio cambio en su poética. La edición representa el inicio de la Editorial como cooperativa y se hizo en coedición con Radio Bizarra con anterioridad al cierre de la misma por razones políticas en el 2oo5. $ 15.-
- Sueños y recuerdos – de Ernesto Allende – Poesía (Bogavante Ediciones Patagónicas, 2007). Primer poemario de este autor comodorense de larga trayectoria en las letras patagónicas. Libro agotado.
- Poeta de sueños – de Claudia Zárate – Poesía (Bogavante Ediciones Patagónicas, 2007). Primer poemario de la autora comodorense en el que aborda una temática intimista con calidez y sencillez. $ 15.-
- Cuatro paredes y un techo - de Ernesto Allende - Relatos y poemas (Bogavante Ediciones, 2008) Segundo libro de este autor plenamente identificado con el Barrio San Martín de Comodoro Rivadavia, en el cual rescata historias de su lugar de pertenencia y crea espacios para la continuidad en la tarea. Incluye fotografías de los vecinos y relatos y poemas sobre ellos y sus historias de vida. $ 25.-
- Poemas al viento - de Luis Roberto Chaves Acuña - Poemas (Bogavante Ediciones Patagónicas, 2008). Primer poemario de este maestro residente en Oberá, provincia de Misiones. En el mismo se muestra su clara voluntad de un mensaje positivo y profundamente humano. $ 30.-
Incorporamos la distribución de:
- Vía Remington – de Corina Moscovich – Poesía (Ciudad Gótica, Rosario, 2006). Poemario de la autora rosarina de excelente calidad, muy recomendable, donde la joven poeta revisa su vida y sensaciones con la música de la entrañable Remington de fondo. $ 25.-
- El Cordón - de Nilda Barba - Poesía (Nuevohacer, Buenos Aires, 2005). El primer poemario de la autora de "¿por qué me gusta tanto?", como para seguir su evolución en las letras y albergar en los ojos lectores su profundidad. Con la compra de cualquier libro del catálogo más $ 10.-
- Punto Cardinal - de Moni Indiveri de Vega y José Antonio Vega - Poesía y Fotografías (Nuevohacer, Buenos Aires, 2007). Un libro de lujo! Poemas de profunda raigambre espiritual y de un humanismo admirable, se combinan con una edición impecable en papel ilustración y fotografías a todo color de los cuatro puntos cardinales del país. Para apreciar el arte de la creación en la letra y en la imagen. Para regalar y regalarse. $ 130.-
De próxima aparición:
- Viviré solo en versos algún día - de Andrés Gómez - Poesía (Bogavante, 2009)
- Vacío estupor - de Federico Mehrbald - Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
- Desarraigo y depresión en Comodoro Rivadavia (y otros textos) - de Miguel de Boer - Sistemas psicológicos (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
- Aquellos fueron los días - de Miguel de Boer - Relatos (Bogavante Ediciones, 2009)
- Cornisa - de Daniel Rubén Mourelle - Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
- Casi un asesino y otros poemas – de Andrés Bohoslavsky – Poesía (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
- Iván y los invisibles - de Rubén Eduardo Gómez - Novela (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
- De este lado - de Jorge Lastra Echelini - Cuentos y Relatos (Vela al Viento Ediciones Patagónicas, 2009)
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Muchas Gracias.