miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cumpleaños

El pasado 26 de octubre se cumplieron 7 años del nacimiento de la Editorial Vela al Viento, y mañana yo cumplo 48 años.
Cada año que pasa me pasa lo mismo: vuelve esa especie de cine mudo y caótico en que se presentan los recuerdos de lo que se ha vivido, las alegrías y las tristezas, las presencias y las ausencias, los éxitos y los fracasos, todos mezclados sin preponderancia de unos sobre otros y ni siquiera orden cronológico, todo metido en esta coctelera craneal que se abre sola y de la que surgen todas estas fotos, estas diapositivas, a las que el tiempo no ha vuelto amarillas ni sepias y cuyos colores siguen tan vivos como ayer, como anteayer, como hace 7, 10, 20 o 30 años.
Hace 7 años y 65 títulos atrás, soñaba con una Editorial y, como a todo sueño uno lo alimenta con todo lo que tiene y todo lo que es: corazón, voluntad, fuerza, garra, alegría, nerviosismo, ansiedad, y más aún, con todo lo que no sabía que tenía.
Alguna vez, al verme trabajar y hacer todo lo que hacía por uno de los títulos, ella, una mujer que amo, me dijo: "Parece que toda tu vida te preparaste para ser editor". Toda mi vida, pensé, toda mi vida. Y hasta ese entonces yo había hecho de todo un poco. Escribir escribo desde siempre, mi carrera universitaria (Publicidad) la ejercí por poco tiempo, pero cada uno de los trabajos que tuve en relación de dependencia me dieron herramientas para este trabajo. Y sí que era cierto.
Tantas veces quise dejar todo a un costado abrumado por la frustración, la indiferencia, la falta de gratitud o reconocimiento, la ausencia de ventas de libros excelentes, las críticas arteras y sin querer construir sino destruir, las tristezas, las pérdidas, las tardanzas de los proveedores y tener que sacar la cara en nombre de ellos y sin lastimar su nombre, las veces que dejé que se hablara mal de mí para evitar herir a alguien más, y siempre poniéndole el pecho y sufriendo los latigazos de los mal llamados "círculos literarios" a los que rehúyo.
Pero hubo otro montón de veces en las que la vida del editor sonríe porque es un libro una herramienta para unir o reunir a amados, porque es un libro una llave que permite abrir puertas para otros desafíos y crecimiento de los autores, porque es un libro un lazo con nuevos amigos, porque hay gente que reconoce lo que se hace, agradece, quiere, necesita y entiende.
Y entonces también es posible pensar en este Proyecto Libros Fractales, porque en estos años conocí gente increíble y maravillosa, que sabe de qué se trata y qué es ser escritor. Es posible pensarlo y realizarlo con gente como Griselda y María Teresa, dos escritoras que quiero y admiro, y que me dijeron que no tenían libro para publicar en este momento, pero que querían colaborar e hicieron el aporte inicial, porque creen en este proyecto como lo que es, un proyecto genuino, transparente, con la mejor de las ondas, que quiere solucionar problemas y no crearlos y que piensa en el otro, en el de al lado dejando a un costado la vanagloria, los diplomas y las zonceras a las que son tan proclives algunas personalidades.
Hay cerca de 50 escritores que han creído en este Proyecto Libros Fractales y a todos me siento sumamente agradecido y para ellos es este mensaje, porque los que ayudan a otros a través del Proyecto cooperativo y solidario, no hacen solamente eso de ayudar al otro, sino que también me permiten a mí seguir haciendo esto, para lo que me preparé toda mi vida, me permiten seguir leyendo libros, corrigiendo, maquetando, diseñando tapas, cortando y pegando, me permiten jugar a crear, me permiten mejorar y crecer, me permiten seguir ejerciendo este oficio maravilloso que es el de Editor.

Vos, que estás leyendo estas líneas y todavía no te sumaste al proyecto, y si querés hacerme un regalo para mi cumpleaños, no me mandes una tarjetita virtual o un video de los ratoncitos cantando el feliz cumpleaños. Permitime seguir siendo lo que soy, ayúdame a seguir publicando y colaborá con el Proyecto ingresando a nuestra librería virtual e inscribite, aunque no tengas un libro para publicar podés colaborar para que otros sí puedan hacerlo:


Gracias, y espero que sean muchos los que colaboren para que mi cumpleaños sea muchísimo más feliz.

lunes, 7 de octubre de 2013

Proyecto Libros Fractales o sobre cómo publicar un libro solidariamente


¿Qué es el Proyecto Libros Fractales?
-          Es un proyecto de edición cooperativa que lanza Vela al Viento Ediciones Patagónicas entre escritores, lectores y amigos de los libros.

¿Cómo hago para participar?
-          Si tenés un libro para publicar o querés colaborar con la edición de nuevos libros, tenés que inscribirte completando la planilla de inscripción como socio del Proyecto Libros Fractales, y hacer el depósito de $ 300,00 (trescientos pesos) en la cuenta que está junto a la planilla de inscripción. En dicha planilla nos dirás si querés publicar tu libro o si simplemente querés colaborar con la edición de otros.

¿Por ese dinero me darán mis libros? ¿Cuántos ejemplares?
-          La idea es que podamos solucionar dos problemas en un solo paso. El Proyecto Libros Fractales se basa en la solidaridad, y entre todos queremos que vos publiques tu libro. Mediante ese depósito que se hace por única vez, podremos hacer frente a la edición del mismo y todos los gastos de imprenta, maquetación, diseño, registro de ISBN, publicidad, etc., y recibirás en tu casa 50 (cincuenta ejemplares) para que vendas, regales o le des el destino que quieras. Los demás socios de la cooperativa se comprometen a vender los ejemplares (entre 4 y 10 cada uno) entre sus amigos, colegas, compañeros de trabajo y/u otros escritores. De esa manera también el libro encuentra los lectores propicios.

¿Cómo son los libros?
-          Nos valdremos de la experiencia de la Editorial que ya lleva 7 años trabajando desde la Patagonia. Haremos una colección especial del Proyecto Libros Fractales con el mismo formato de 15 x 21 cm, tapa en 4 colores, sobre cartulina nacional de 300 g, con solapas de 10 cm., de hasta 80 páginas sobre papel obra nacional de 80 g.


¿Y si mi libro tiene más hojas o quiero más ejemplares?
-          Si el libro supera la cantidad de páginas, podemos maquetarlo nuevamente para ubicarlo dentro de las 80 requeridas o bien podés pagar la diferencia, así como también podés pagar la diferencia para tener más de 50 libros.

Si en los primeros tiempos no se publica mi libro y no quiero participar más de la cooperativa, ¿cómo hago para dejar el proyecto?
-          Al ser un Proyecto solidario, te necesitamos. Necesitamos que aportes sobre todo tu trabajo en la venta de los libros de los otros socios publicados, porque esta es el alma de Libros Fractales. Lamentaremos mucho que te vayas del proyecto porque queremos publicar mucho y a todos y que el proyecto crezca y se reproduzca, pero si querés bajarte, tan solo con vender los libros recibidos recuperarás el monto invertido inicialmente y con comunicar que no seguirás en el proyecto vía mail, te daremos de baja. Simple y rápido.

¿Qué hago con el dinero de la venta de los libros?
-          Hay que hacer el depósito lo más rápido que puedas para que continuemos publicando los libros que están pendientes. También se pueden sumar nuevos socios y seguir creciendo en el Proyecto Libros Fractales. Cuántos más seamos más libros podremos publicar.

¿Cuáles son los datos de la cuenta para depositar?
-          Los datos son los mismos que los de la Editorial Vela al Viento:
Caja de Ahorro del Banco del Chubut Nº 24602346/8
Sucursal 06 Comodoro Rivadavia
CBU: 0830006521002460234680
a nombre de Rubén Eduardo Gómez
DNI 17.446.276

Y si no soy escritor y quiero colaborar con el proyecto ¿cómo hago?
- Podes colaborar aportando el dinero inicial y vendiendo los libros que te enviemos de los autores publicados, podés reenviar esta información a los escritores amigos que están buscando publicar sus obras, podés participar con tu empresa, negocio, emprendimiento o industria publicitando en nuestro proyecto y podés comprar los libros y leerlos, que es invalorable. 

 


FICHA DE INSCRIPCIÓN como SOCIO del Proyecto LIBROS FRACTALES:

Nombre y Apellido: ………………………………………………………………..
DNI; ………………………………………………………………………………..
e-mail: ………………………………………………………………………………
T.E.: ...........................................................................................................................
Domicilio Postal: Calle ……………………………………………………………..
Nº ………….. Barrio: ………………………………………………………………
Ciudad: ………………………………………………………CP: …………………
Provincia: ……………………………………………………………………………
País: …………………………………………………………………………………

Forma de Asociación:
Socio Escritor: si                 no
Título del Libro: .........................................................................................................

Socio Colaborador:  si         no
Razón Social asociada: ..............................................................................................


Una vez completa la ficha y hecho el depósito, envíanos los datos a: velaalviento@gmail.com con el asunto “Libros Fractales”, y si podés invitá a toda la gente que creas que le puede interesar el sistema solidario.
Comunicate con nosotros y conversamos por teléfono al (0297) 154-141145.
Gracias.

jueves, 26 de septiembre de 2013

¡Ni una más!


Reiteramos este año 2013 la convocatoria poética conocida como “Escritores por Ciudad Juárez”. Con nuestra actividad de llamamiento a la poesía por la paz, la seguridad y la libertad sin fronteras, adherimos con entusiasmo al mencionado evento mundial.
Para que nos acompañen una vez más, los esperamos este próximo sábado 28 de septiembre en instalaciones del Mesón Español ( San Martín 674, 1° piso - Comodoro Rivadavia) a partir de las 17hs.
Será un gusto compartir con ud/s (o con cada uno) este encuentro en el que participarán... varios autores de nuestro medio que han aceptado brindarnos sus poemas, textos o reflexiones en defensa de la vida y la no violencia.
Leen: Marcelino Alvarado, Blas Tadeo Cáceres, Hugo Covaro, Graciela Di Laudo, Rubén Eduardo Gómez, Bárbara Himmel, entre otros.
Están todos invitados y los esperamos!


Susana, Adriana, María Marta, Macarena y Mercedes
Cátedra de Literatura española II
Proyecto de Investigación "Poesía en la frontera sur"

martes, 10 de septiembre de 2013

Sonrisas y abrazos en Pico Truncado


El fin de semana estuve en la XV Feria del Libro en Pico Truncado, Santa Cruz.

Lo primero que se me ocurre decir es que no es para nada fácil llegar a las quince ediciones. Generalmente las Ferias del Libro son eventos culturales que ocurren solamente una vez al año. Las Ferias del Libro no dependen de la cantidad de gente que asiste a ellos para volver a repetirlos sino de la voluntad y cohesión que logran los organizadores. Las Ferias del Libro son eventos por los que la gente pregunta cuando saben que no se van a hacer. Las Ferias del Libro suelen ser esos lugares a los que la gente dice que va a ir y que no se va a perder, pero que ante cualquier imprevisto, cualquier visita, cualquier excusa, la mayoría deja de lado. Las Ferias del Libro son siempre blanco de críticas, rumores y sospechas, y siempre hay alguien que dice qué es lo que se tiene que hacer para la próxima edición, a quién traer, qué exponer, cómo distribuir el lugar, y hasta el logotipo o la imagen representativa.
Eso sí: a la hora de mover sillas, ubicar las mesas, preparar los stands, atender a la gente, todo eso que se llama logística y que es fundamental para que la Feria se realice, siempre son los mismos, siempre esos diez o doce más o menos que se arremangan la camisa y ponen manos a la obra.

Ciudades mucho más importantes que Pico Truncado ya no tienen Feria del Libro, como Comodoro Rivadavia por ejemplo, que solo tuvo nueve ediciones y ahora hace varios años que parece no extrañarla tampoco. Por eso es que lo primero que es necesario decir es que esta Feria fue y es importantísima.

Pero no es solamente una cuestión de constancia y fuerza de voluntad lo que sostiene esta Feria del Libro, sino la calidad y calidez humana de los que la hacen posible. Yo los siento mis amigos, tanto Norberto Miranda como Mónica D´Elía o Elvira o Lorena Laporta y todos los que sostienen la Biblioteca Aimé Painé, son personas muy afectuosas, atentas y dispuestas. Entrañables amigos que me hacen sentir cuidado y en casa. Me hacen sonreír.

La Feria del Libro de Pico Truncado crece año a año. Cada vez suben un poquito más la vara. Este año se vio prestigiada por la escritora Cristina Raffanelli, por el artista plástico Patricio Barrett, por la Cuentacuentos Elizabeth Gothelf, la poeta Viviana Díaz, el escritor Gustavo Bustos, la querida autora Susana Lemos, el dúo Karma que llegó desde Cuba (Excelente), Marcela Alaniz, Marcelo Serafini y por cada una de las actividades locales tanto para las escuelas como para el público en general que asistió en buena cantidad a todas. Pero no se trata solamente de talentos sino que además son seres humanos cercanos, afables, interesantes y buenas personas. Imposible no sonreír.
 
 
Y los chicos de las escuelas nos visitan, se acercan, preguntan, levantan los libros. Ya me había hecho unas cuantas amigas de tercer grado el año pasado por lo que este año tuve la visita de mis amigas de cuarto. Y tuve la sorpresa de los "Susurradores de poemas", grandes y chicos leyendo poemas a través de unos tubos de cartón sólo para quienes prestaban sus oídos. Maravillosa actividad que hizo sonreír a todos.

Me gusta ir a la Feria del Libro de Pico Truncado para verlos, para charlar con ellos, para saber de su vida y de la ciudad y su gente, me gusta verlos orgullosos de su trabajo anual y cómo sonríen. Me gusta que los libros de la editorial estén en la Biblioteca, me gusta conocer a nuevos lectores y escritores truncadenses, me gusta que me compren libros y que me pregunten por las novedades y charlar de lo que nos pasa en Patagonia, porque en las coincidencias encontramos también compañía y miradas complementarias y sonrisas, claro.

En fin, me gusta sonreír y sé que en Pico Truncado, en su Feria del Libro voy a encontrar sonrisas y abrazos, y siempre recibo más de lo que puedo dar. Muchísimas gracias.

viernes, 28 de junio de 2013

Horas ahora, poemas de Rubén Eduardo Gómez

Anunciamos la aparición de:
 

el sexto libro de poemas de
RUBÉN EDUARDO GÓMEZ
el título número 59 de nuestra editorial.
 
 
Este libro se comercializó por Internet mediante pre-venta
y se trata de una edición numerada
por lo que si alguien desea su ejemplar
debe escribir en forma urgente
ya que solamente quedan 80 ejemplares
y se puede adquirir en forma personal
o bien mediante nuestra librería virtual.
Gracias.

domingo, 16 de junio de 2013

Mi viejo

Mi viejo me enseñó que nadie te regala nada y por eso tenés que levantarte todas las mañanas a buscar lo que es tuyo. Mi viejo no me sentaba frente a una gran biblioteca a leer los clásicos, pero sí terminaba de laburar los sábados al mediodía y nos llevaba a la playa a comer sanguchitos de milanesa y a disfrutar de los pozones porque era un día hermoso, decía. Mi viejo, cuando se emocionaba, abría la puerta del patio y gritaba "Gracias, Inri"... Mi viejo podía arreglar cualquier cosa, caños, cables, aspiradoras, lavarropas, y muchas cosas las arreglaba porque era lógico, era muy inteligente y se daba maña, y cada cosa que le salía bien te la mostraba orgulloso. A mi viejo le gustaban los chicos, los bebés y los nenes, le gustaba jugar con ellos y no importaba si eran sus nietos, los hijos de amigos o nenes que cruzaba entre las góndolas del supermercado; para todos tenía alguna morisqueta para intentar que se rieran. Mi viejo nos hacía el mate cocido en un jarrito lechero quemado y abollado, y lo colaba con cualquier pedazo de trapo que encontraba, pero nunca tomé otro mate cocido mejor. Mi viejo era hincha de Huracán de Parque Patricios, porque fue el primer equipo de la Capital que vio en su Tucumán natal, pero era un defensor del buen juego. Mi viejo jugaba de 5 y lo hizo hasta principios de los 60, el fútbol lo llevó a Baires y lo trajo a Comodoro. Dicen que mi viejo era áspero sin la pelota, pero cuando la tenía era fino, tenía buen panorama del campo y no entregaba mal nunca un balón. Mi viejo siempre tenía algún chiste que contar, nunca perdió el buen humor y tenía razones para abandonar y protestar y quejarse y tener mala onda, pero nunca perdió el buen humor. Mi viejo me sentó una vez frente al televisor para que viera el fútbol y lo hice a regañadientes; después no pude dejar de hacerlo. Mi viejo me llevó a probarme a General Roca y los que lo conocían me preguntaban si yo jugaba de 5 como el Tucumano. Mi viejo vio algunos partidos mientras jugaba al basquet en Gimnasia, me decía lo que tenía que hacer y me parece que se dio cuenta de que me molestaba eso y no me vio nunca más sin decirme ni mu. A mi viejo le gustaba la tierra, tener plantas, césped, papas, perejil y quintinta, regar y cuidar los verdes, hasta tuvo papas en un fichero de chapa en un patio embaldosado. Se reía de eso y te mostraba las papitas que habían salido de allí. Mi viejo nos llevaba de vacaciones todos los años y siempre prefería el auto al avión, recorrer con el auto lugares y fue feliz cuando compró una casilla rodante y anduvimos un mes dando vueltas por el norte del país. Mi viejo creía en la fantasía, sabía cuán importante era que los chicos creyeran en Papá Noel y los Reyes: era el encargado de los regalos, de la bolsa, y conforme fuimos creciendo, su sistema era cada vez más ingenioso para evitar que descubramos cómo era posible que habiendo revisado toda la casa, los regalos aparecieran en algún lugar dentro de una bolsa y él no se había levantado de la silla salvo para brindar. Mi hermano Alfredo, dos años menor que yo, juraba haber visto a Papá Noel surcando el cielo a los 10, y a mis 12 me hizo dudar y dejé el tema en suspenso un año más.
Mi viejo era un buen tipo y lo extraño. Me quedaron tantas preguntas por hacerle, hay tantas cosas que hoy me gustaría que viera, hay tantas otras de las que me avergüenzo y todavía pienso en qué hubiera dicho él o cuál sería su mirada. Igual, todos sentimos que anda cerca, que no se fue del todo, y pese a que durante mucho tiempo parecíamos desamparados sin él, él se las ingenió para estar de alguna manera.
Quería contarles quién era mi viejo porque hoy es el día del Padre y me estuve acordando de él toda la semana. Me hace falta y no, porque está aunque yo no lo vea.

Rubén Eduardo Gómez
Día del Padre - 16-06-13

jueves, 30 de mayo de 2013

Terrestre de Gustavo Tisocco: Una “Rayuela” poética, por Irene Marks

Penetrar en este libro es recorrer un mundo complejo, una trama “terrestre”, sostenida por senderos que la recorren como al descuido, y constituyen, sin embargo, los cimientos de la obra. Las sendas de gran delicadez están punteadas por una serie de poemas de doble estructura que asimismo meditan y reflexionan sobre la vida planetaria, ya sea desde el punto de vista de sus habitantes(“Del corral /al camión de ganado”), ya sea desde la óptica de los elementos que componen nuestro planeta (“Y volverá el desierto/ a ser mar”) y las grandes desgracias que aquejan a miles de personas, entre las que cabe mencionar especialmente las desgracias de la guerra(“Viven entre tanques”) y la pobreza (“Ese niño cayó/poco antes de llegar al pan”)
El yo lírico se compromete hondamente con la palabra, ya desde el primer poema del libro, donde hay una personificación de la poesía y se menciona la entrega recíproca entre la palabra y quien la trabaja (“me diste de tus manos/las líneas de la suerte y fui rehén/ de tus trazos de tinta”). Por otro lado, la poesía también asume su papel de verduga (“Hay días/ en que soy un látigo/desgarrando mi espalda”).y de “bestia” que posee al poeta  (Ella me saca/me pone en la jaula,/me amamanta/me deja sin comer.” ) Así, ya se nos adelanta el viaje cíclico que iniciaremos en uno de los caminos a recorrer.
Sin embargo, esta introducción no nos prepara para la entrada en un mundo que nos sumergirá en su totalidad, donde los temas y la forma van tomados de la mano para señalar el rumbo (para quien quiera verlo).Este es un mundo “terrestre” porque el yo lírico se asume como portador de un mensaje, y además porque nos habla de la infancia, de la magia, la muerte, la sexualidad, los hechos terribles que ocurren y toma partido, se desviste en esa palabra desnuda que marca la urgencia de un aquí y ahora donde nos enfrentamos a una encrucijada. Debemos siempre recordar la unidad entre la vida y la obra de Gustavo, que se da por ejemplo, en denuncias concretas, como cuando habla de Nemat Safavi en Irán/(”Y te llevarás parte de mí, de él, de muchos”) e incita al cambio(“Y será una revolución/amar después del vendaval”).  
Por ese motivo, zambullirse en este libro es andar zonas donde la infancia y la muerte se tocan (como el poema que habla de la muerte de Arielito) donde la naturaleza cobra gran importancia, al igual que la lluvia. Señalaré especialmente ese poema que comienza: “De chapa quiero mi tumba/de zinc/y retornar a las tardes aquellas,/tardes de siesta,/y lluvia golpeando en el techo.”  
Cabe destacar la frescura de las vivencias de infancia, con una auténtica mirada de niño (“Exiliado de las tardes/jugando a la payana”)y al mismo tiempo, el desdoblamiento, la visión del adulto que recuerda o denuncia (“Llora la niña que carga a la niña”).
La infancia, de hecho, señala los sueños simbolizados por esa mariposa que sería “vuelo durante la siesta” y lo efímero está señalado por la muerte de esos sueños en la adultez (“Pero un alfiler la atraviesa y es derrota”). La naturaleza nos canta también desde esa infancia, donde habitan las leyendas populares mágicas (”El niño no quiere dormir la siesta y se escapa al río, pese al Pombero, al dueño del sol”), con la naturalidad que llega de su Corrientes natal. Además, el anhelo de unión con esa fuerza “terrestre” lo marca: "Hubiera sido un milagro/permanecer/ por siempre en el verde”.
El final es una liberación que se manifiesta en forma poética, ya que se desata el fluir del torrente léxico, el ser que se abre en “el hombre triste” y también en la visión de sí desde los otros, en lo que quedará luego de la desaparición física: “Si preguntan por mí”.  
La muerte es vista desde dos puntos de vista, el natural y cíclico, integrado a la naturaleza, y el que es producto de la violencia (“Nosotros asustados, escondidos y dóciles,/sabemos/que alguien hoy se despide, será encontrado.”)En el primer caso advertimos la serenidad de la unión con el cosmos, mientras que en el segundo se nos presenta el desgarramiento, la inequidad, la represión (“Los caídos nos gritan desde el fondo/donde padecen frío,/abandono, sed,/ausencia de Dios”).  
Gustavo, al hacer un balance de este planeta , no olvida la magia, en el erotismo unido a lo sexual (“Yo amo a un hombre pez”) y el tono amatorio que se refleja en la voz de la naturaleza (“todos hacemos el amor/cabalgando bosques”) y en la rebeldía desde lo filosófico (“mordí todas las manzanas del paraíso/y hasta me burlé de la serpiente”) que se une a la pura pasión (“Piedad dirás después del beso/de la mordedura atroz/la fatiga”; “Nos amábamos sobre las uvas caídas”)  
Por último, esta rayuela a la que se hace alusión, como ya mencioné, consta de  estructuras que reflexionan, y a veces toman un sesgo de haiku (:“La cigarra canta (…)La felicidad/ depende de un instante”; “Fui barco/y olvidé al mar”; ”Un caracol sin casa/grita en la calle,/se muere en la calle/ se muere”.; ”Hay un animal caído/sobre tu sombra triste”; “A esa flor/le prometieron un jardín”), y nos van guiando a través de iluminaciones (“La poesía es una celda de luz/que nos mutila”) llevándonos a esta gran declaración de principios: “Después de todo me desnudo/y salto el muro”.  
Por eso, saltemos nosotros también el muro, y como en el caso de la Rayuela de Cortázar, hagamos nuestro este libro, transformándolo con nuestra lectura en un símbolo que nos represente también, para ahondar en lo “terrestre”, desde las diversas casas y saltemos hasta llegar al “Cielo” donde cada uno sabrá cuál es su más profundo anhelo, en lo personal y en lo que concierne a todos. Pues, como dice Gustavo, hay muchas cosas obvias que ignoramos: “Aire y mar /Ambos no saben /que comparten el cielo”.  
   
 
                                                                                  Irene Marks

miércoles, 22 de mayo de 2013

LEONCIO DEODAT, DESCUBRIDOR DE HISTORIAS - Presentación 24/05

vela al viento
ediciones patagónicas
 
presenta
 
"LEONCIO DEODAT,
DESCUBRIDOR DE HISTORIAS"
 
La edición que realizamos reedita el libro "La captura de la tribu del cacique Orkeke"
y reúne resúmenes de los trabajos del historiador Leoncio Deodat
en diversas publicaciones que obraban en poder de la Biblioteca.
 
 
 

Un párrafo de este magnífico libro:

"Es el atardecer. El sol cae al sesgo sobre el pórfido rojo de la quebrada. Al fondo de la ría atenúa sus colores la Bahía Uruguay. Hacia el sur la Isla Pingüin remeda un cetáceo dormido al vaivén de las aguas del Atlántico. A espaldas del Villarino, y no lejos del cúter Patagones que regresara en horas de la mañana trayendo a su bordo a Chanetón y a Oneto, la Roca Torre parece significar con sus dos brazos abiertos y en alto, una protesta muda o una desesperación de pie. Ya no hay paz en Puerto Deseado. Asoma a los espíritus la inquietud de lo por venir. La incertidumbre es un dardo invisible que se clava tenazmente en el cerebro. De pronto cunde un rumor persistente. Los oídos atentos, escuchan. Los ojos curiosos, indagan. Los brazos delatores, señalan la lejanía. Por la quebrada, viniendo del nordeste desciende sin prisa arreando los animales en confuso rebaño, los soldados de Roa y la cautiva gente de Orkeke. El sol, próximo a bruñir la línea del horizonte, ilumina el conjunto donde se destaca la masa humana moviéndose al compás de los caballos que avanzan al paso. Cincuenta y cuatro indios custodiados se ofrecen al inquisidor afán de los curiosos que atisban desde los buques surtos en el puerto. Destaca la tropa formando marco las rojas bombachas que se hunden en las botas de media caña, las chaquetillas azules y los chatos kepíes cubriendo caprichosamente la cabeza, ya terciados sobre una oreja, bien ciñendo la frente o a manera de un solideo, en la nuca. En el centro, los indios. Grandes quillangos les envuelven. Colorada vincha ajusta la híspida cabeza y altas botas de guanaco esconden las morrudas pantorrillas. Algunos, signo expresivo de su dolor, habíanse pintado en la cara franjas negras que formando un óvalo nacían encima de las cejas para terminar en el mentón. Las mujeres, coqueto distintivo de su sexo, lucen toscas alhajas de plata y collares de policromos abalorios. Orkeke daba realce a su categoría de cacique exhibiendo encasquetado un sombrero de fieltro. Profunda expresión de bondad en el semblante de los hombres y no disimulada altanería en el de las mujeres. Por entre el descompasado golpear del casco de los caballos, suben, severas como una protesta y graves como un dolor, las notas ásperas y monocordes de un estribillo salvaje, entonado a coro y repetido sin cesar, que Larraín traduce fonéticamente así: “Le quenque yaque de ya, le yu queleló.”"


(Leoncio Deodat, Descubridor de Historias, Vela al Viento Ediciones, 2013)

La presentación tendrá lugar el día 24 de Mayo de 2013 a las 20 horas,
en instalaciones de la Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino
de Puerto Deseado, Santa Cruz.

martes, 21 de mayo de 2013

Si cortarle la cabeza a la Gorgona, de Wenceslao Maldonado -

I.
 
ser perseo es demasiado incómodo / el cambio de un paisaje / el mapa en la guía de turismo / los retratos que se ven o se adivinan / y fuegos de la tarde juegos / que arde adivinar presencias y distancias / lo que baja sobre el mar egeo / surge entonces ser perseo / es demasiado absurdo hoy por hoy / alucinaciones / rojos de colores vivos / bermellones carmines púrpura escarlata / busco el nombre exacto para los corales del fondo / en escenarios que pasan y me atrapan / en el mediterráneo diccionario de tonos / con los ojos hechos sorpresa / ver la muerte misma lo sublime / cómo ser perseo feliz en el extremo / de esta agua irse / y de vez en cuando regresarse
 
XII.
 
pero no soy perseo más que a ratos / porque me falta el cuerpo sutil del vuelo / y algo más envejecí esperando / acaricio mi panza prominente toco mi barba blanca / entretengo mi falo fláccido de pena / entre distancias zeus viene a la noche / se empecina en revisarme los deberes / me obliga a levantarme de la cama para doblar la ropa / en cada percha pantalón y camisa de sonámbulo / hasta la sospecha de que ando en cosas turbias / con toquetearme el sexo no se debe / hay que lavarse los dientes hay que lavarse las manos hay que bañarse / por mandato de un dios omnipotente y avemaría / habría que llorar por no poder ser perseo todo el tiempo / en vuelos en corridas en viajes y distancias / de otro cielo y otra tierra padrenuestro
 
 
 
(de "Si cortarle la cabeza a la Gorgona", de Wenceslao Maldonado, edición bilingüe, 2012, título Nº 46 de Vela al Viento Ediciones Patagónicas, Comodoro Rivadavia)

lunes, 6 de mayo de 2013

Puertas abiertas - Presentación de YAOYIN y CUERPOS EXTRAÑOS


Las Ferias del Libro suelen ser esos lugares maravillosos donde uno va a buscar aquellos libros que quiere encontrar y termina encontrando aquellos libros que había dejado de buscar, o aquellos que creía que no iba a hallar nunca. Suelen ser lugares en los que los amantes de los libros estamos felices por tenerlos juntos y cerquita, pero casi siempre nos vamos también frustrados por haber tenido que dejar alguno o algunos en los anaqueles para la próxima vez.

Los editores somos esos lectores privilegiados a los que los libros nos llegan antes que al público lector, y participamos como verdaderos parteros en el nacimiento de ellos. Este privilegio, este honor y esta responsabilidad que conlleva la publicación de un libro se ven potenciados cuando se tratan de obras que particularmente nos gustan, que son del estilo de lo que leemos habitualmente, o bien cuando nos sorprenden tan gratamente que incluso nos generan la ansiedad por llevarlos a los ojos de los lectores y compartir la alegría de buenos libros para que todos los lean.

A veces, como en el caso de estas dos obras notables, nos parece que una edición de 300 ejemplares es corta, que debiera tener muchísimos más ejemplares para que todo el mundo pudiera acceder a ellos, sobre todo teniendo en cuenta la gran afluencia de público que hay en Ferias como ésta, o la gran cantidad de lectores que hay en Argentina y por supuesto en la Patagonia.

Noto con felicidad y orgullo, que en la Patagonia y sobre todo en nuestra provincia, Chubut, que la producción literaria crece pero que lo hace con una calidad increíble y prácticamente en forma silenciosa, o al menos lejos del interés de los medios de comunicación masiva. Me parece, y no creo exagerar con esta afirmación, que tenemos autores brillantes de proyección internacional, con obras importantísimas y hasta diría fundacionales que crearán nuevas generaciones de autores jóvenes bajo su influjo, y dentro de estos autores brillantes ubico a Silvia Iglesias.

El primer libro que leí de los dos fue “Cuerpos extraños” al que sentí cercano en su concepción y escritura por la economía de palabras y adjetivos, la precisión en la utilización del lenguaje y la forma de transmitir la idea de cada poema, así, directamente. El poemario nos interpela a través de lo que nos es extraño, pero no extemporáneo, sino como un espejo que permite ver lo que no se ve en nosotros mismos pero que sí podemos ver en los otros. Como escribí en el libro, reafirmo que la poesía de Silvia es, en este libro, algo así como una intersección entre el estilete y la caricia, y así trabaja en el ojo del lector, como un orfebre familiar, como si alguien que no conocemos nos acariciara distinto y a la vez extrañáramos ese mimo. Silvia es capaz de mostrarnos que hasta nuestro propio cuerpo es extraño. Es el libro, entonces, un mapa conocido de lugares ignotos, una invitación a desconocer lo familiar, una puerta de entrada con la cerradura en el umbral.

La primera vez que leí “Yaoyin” no tenía ese título y me atrapó el tono, las palabras y las reflexiones de Nina y Juan. Muy bien logrados. No es para nada fácil dar el tono justo a la voz de un chico y más difícil aun a un chico de las primeras décadas del siglo pasado, máxime al situarlos en la Patagonia. Yaoyin. Su clima, sus raíces, sus plantas, Yaoyin, las vidas que se cruzan y toman otros destinos, como los senderos en los cerros y la estepa, y ese momento en que se decide por uno u otro en el cruce suele ser definitorio, trascendental. Y Yaoyin como un mantra, como un llamado a la compañía silenciosa, al amigo incondicional que siempre está y acompaña, Yaoyin. Y el final de esta novela es una invitación a releerla. No dejen el libro por la mitad. Permítanse la sorpresa, permítanse el asombro.

Para una editorial como la nuestra, radicada en Comodoro Rivadavia y que tiene seis años de vida, 57 títulos publicados, 7 títulos más en imprenta y algunos más en proceso de edición, la aparición de “Yaoyin” y “Cuerpos extraños” es motivo de orgullo y celebración. Orgullo por el sello y por chubutenses, por contemporáneos de Silvia y porque entendemos que su obra es notable y brillante. Celebrar con alegría estas publicaciones es desear que tenga los miles de lectores que se merecen estas puertas abiertas a la belleza, al pasado, al presente, a nosotros, a la Patagonia, a su vida y sus espejos, sus cruces y su destino, su historia y nuestras historias.

Gracias, Silvia, por confiar en Vela al Viento el cuidado de la edición y publicación, y gracias a todos por su presencia y por favor no dejen de comprar y regalarse estos libros maravillosos.


Rubén Eduardo Gómez
 39ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires
5 de Mayo de 2013

viernes, 26 de abril de 2013

Presentación de EL GALLO ROJO de Sergio Pravaz en Puerto Madryn

El próximo sábado 27 de abril, a partir de las 19.00, en "Agnese Libros" de la ciudad de Puerto Madryn (9 de Julio 227, local 1), el poeta y periodista de Rawson, Sergio Pravaz presentará sus dos nuevos libros de poesía, "El gallo rojo" y "El guitarrista no sabía música".
El evento contará con la participación de Ariel Williams, poeta, novelista y profesor universitario, quien tendrá a cargo la presentación de ambos libros abordando algunos aspectos de las obras del poeta de Rawson; también estará presente Betina Grosman, autora de literatura infantil, quién recitará varios poemas de ambos libros de Pravaz.
Asimismo, el magnífico cuarteto vocal "Compleñitas" pondrán los tonos musicales a partir de las voces de Andrea Freyer, Kenia Rodríguez, Antú Silva y Alejandra Guerra, con un repertorio popular de Latinoamérica con sus joropos, huaynos, vidalas, congas, jarandas y viejas canciones de cuna, puestas en escena. 
"El gallo rojo" fue editado a finales del año 2012 por "Vela al viento" de la ciudad de Comodoro Rivadavia y "El guitarrista no sabía música"  por la Secretaría de Cultura de Chubut al haber resultado ganador en el rubro poesía del Fondo Editorial Chubutense.
Las ilustraciones de las tapas de ambos libros pertenecen al artista plástico Leonardo Mezzetti y fueron desarrolladas a base de óleos, grafito y cenizas.

domingo, 14 de abril de 2013

Crónica de un regreso a Puerto Deseado

A veces, cuando uno viaja a un lugar donde ya ha estado en otros tiempos, suele recordar lugares, momentos, espacios, rostros, calles, árboles y cielos que han dejado huellas en uno. Quiero escribir ahora, ya, antes de que esas huellas desaparezcan detrás de las nuevas, las del próximo viaje, las que los días sucesivos dejarán en mí.
Volver a Puerto Deseado era también volver a hacer viajes que estaban en mi memoria desde hace mucho tiempo, anudados a distintas épocas que lejos estaban de los libros y las Ferias o los Encuentros con escritores.
El colectivo pasó por esa ría maravillosa nomás al entrar en la ciudad a la que encontré bella, conservando lugares que aún persisten y resisten el paso del tiempo. Hay negocios que han cerrado, hay casas de piedra, hay edificios de chapa, hay sitios que tienen más años que Comodoro, lugares que deberían preservarse de alguna manera y que no sé cuál es, quizá como monumentos históricos de Deseado, de la Patagonia y de Argentina, por supuesto.
Decidí hospedarme en el Hotel Los Acantilados para estar cerquísima de la ría, y ahí estaba, a pasitos de ella, y después de desensillar lo primero que hice fue tomarme un café frente a ese azul atlántico, tan en paz como si supiera que era lo que yo necesitaba también, revivirla así, estamparla en los ojos con la misma imagen que el yo regresante tenía de ella, así de azul y bella, así.
Después llegaron los queridos Carlos Ferrari y Norberto y todas sus atenciones y cuidados. ¡Qué bien que hace encontrarse con gente que ama a los libros! Me llevaron hasta la Feria en el Instituto María Auxiliadora y allí me encontré con muchos niños y sus docentes recorriéndola y mirándolo todo, con los ojos grandes de asombro y avidez. En la Feria hay cuadros, fotos y mapas, dibujos, historietas, una muestra de la cultura mapuche tehuelche y los libros, claro. Hay un stand de la Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino y allí están los libros de Vela al Viento. Por supuesto que en un sitio preferencial está el libro de Leoncio Deodat, La captura de la tribu del cacique Orkeke, claro que sí, porque es un libro muy esperado, muy importante, que yo creo fundacional por todo lo que seguramente tendrá detrás, porque será material de consulta, porque permitirá nuevas investigaciones, porque allí el autor muestra estilo y cuidado con la palabra, porque hay datos importantísimos para comprender nuestra historia y porque además quedó muy bellamente editado. Todo eso enorgullece. ¿Por qué será que desde hace rato no puedo dejar de sonreír?
Carlos Ferrari y Lucía abren su casa para el almuerzo. Pienso en que no todas las casas son hogares, pienso que ellos tienen un hogar en Puerto Deseado, que su hogar está habitado por cada una de las cosas y a cada pregunta siempre hay una respuesta que remite a un recuerdo.
La enredadera de ese hogar está plagada de sol y abejas en un patio que es como un panal. Tomamos unos mates allí con Carlos, Norberto y Cristina y las abejas nos revolotean mientras descubro un bello manzano cargado y prometedor.
Después conozco la increíble Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino, su magnífico edificio, el maravilloso material que tienen allí y dan ganas de quedarse a iniciar descubrimientos y a iluminar las sombras de mi desconocimiento que siempre son muchas. La tarea del voluntariado hace que me emocione conocer tantas cosas que han hecho a pulmón, tantas cosas que merecerían un libro contando anécdotas, esfuerzos, alegrías y tristezas, logros y fracasos, pero siempre dando pasos hacia adelante y para la comunidad, para los vecinos, para Deseado y su gente, sobre todo para los que vendrán.
Y los encuentros, claro que sí, reencontrarme con Mario Pazos y Susana siempre es una alegría. Nos ponemos al día casi enseguida y planificamos siempre el próximo asado. Nos queda a los dos el silencio que la muerte del escritor Arnulfo Basanta, tan reciente, tan sorpresiva, nos dejó como una foto recortada.
Y enseguida el abrazo con Norberto Miranda, ese voluntario de la Biblioteca Popular Aimé Painé de Pico Truncado, organizadores de la Feria del Libro de aquella localidad, que viene a conversar con sus colegas para seguir creciendo. La Feria de Pico Truncado este año cumple 15 años y hay que festejar.
Por la noche nos encontramos en el Café Literario que se hace todos los meses en Puerto Deseado y que se mudó a la Feria. Noto el respeto que hay en la audiencia mientras se lee y también lo hace notar Mario Dos Santos Lópes. El clima es distendido. Hay lecturas de trabajos propios, pero también hay quienes comparten textos de otros autores, entonces también están presentes Galeano, Spinetta, Roldán y otros. Un grupo de rock acompaña las empanadas y las tortas. Sigo con esta sonrisa que parece indeleble.
Descanso en el Hotel. No hay ruidos. No hay puertas que se golpean, ni gente caminando por el pasillo, ni risotadas, nada que pueda irrumpir en mi sueño. Parece que estuviera solamente yo alojado en el hotel. Duermo plácidamente, como cuando visité por primera vez Puerto Deseado.
Por la mañana del sábado, desayuno con la ría bañada por el sol, mostrándome todos sus encantos. Cualquiera diría que está intentando seducirme para que me quede más tiempo, como si no hubiera decidido quedarme un poquito más. Nos reunimos en la Biblioteca en una charla muy enriquecedora. Creo que todos aprendimos algo nuevo de esta charla.
"Las despedidas son esos dolores dulces" dice la canción del Indio Solari, vaya si no. Despedirse de cada uno de los que conocí, de los que reencontré provoca ese dolorcito que invita a tener que volver, a tener que procurar el reencuentro, favorecerlo, asistirlo, hacer que se produzca y pronto.
Gracias por todo eso, Puerto Deseado y su gente. Gracias Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino, por hacerme socio de la alegría de la lectura y la promoción del libro como instrumento de conocimiento pero también de afecto y de lazos de amistad. Infinitamente agradecido.

viernes, 29 de marzo de 2013

Leoncio Deodat: Descubridor de Historias

Así se llama el nuevo libro de Historia Regional publicado por nuestra Editorial, nuestro título Nº 53.
La Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino de Puerto Deseado decidió reeditar en este libro uno completo del historiador Leoncio Deodat, "La captura de la tribu del Cacique Orkeke", que fue publicado en 1937, y junto con él diversos artículos y resúmenes  de trabajos de Deodat.
Leoncio Deodat nació en 1883; se recibió de Contador Público en la entonces Escuela Superior de Comercio (actualmente Facultad de Ciencias Económicas). Trabajó en la administración de los Ferrocarriles del Estado, hasta su jubilación, en Formosa, Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Santa Fe y San Antonio Oeste. Deodat fue un estudioso de la geografía patagónica en general, apasionado de sus costas, sus navegantes y sus misterios. En esos minuciosos estudios, que siempre trató de corroborar hasta el último detalle, descubrió paraderos indígenas, sitios históricos mencionados en antiguos escritos, y las ruinas de la Real Compañía de Pesca en Puerto Deseado. Esas investigaciones fueron reconocidas por el Gobierno Nacional y premiadas por la Comisión de Cultura, que consideró las ruinas como "Patrimonio Nacional". Durante muchos años colaboró en temas de su especialidad en la revista Argentina Austral, la publicación ferroviaria Riel y Fomento, y otras publicaciones latinoamericanas. Fue un destacado colaborador permanente del semanario deseadense El Orden.
En el prólogo, Deodat dice:
"Mientras recuerdo una frase de del Valle Iberlucea dicha en presencia del Senado conjurado contra él: "La cultura de la frase no está reñida con la energía del concepto", escribo, una vez más, sobre cosas añejas de Puerto Deseado con sabor de actualidad.
No lo hago, por supuesto, con miras al bronce estatuario, ni menos halagado por la perspectiva de un suculento provecho inmediato. No trafico con la pluma para vivir hoy en paz con Dios después de haber adulado al Diablo. En el lento desfilar de los años observo con honda tristeza a quienes gustan del placer de ejecutar piruetas de funámbulo en equilibrios oportunistas, para besar a la postre la mano del amo que les castiga.
Tampoco pretendo satisfacer a cuantas personas se dignen leerme, sea para zaherirme, bien para aplaudirme. A los primeros opongo el amparo de Alberdi: "El barro que se me arroje caerá sobre mis hombros como la lluvia sobre el mármol, para blanquearlo", y el pavés de Justo: "Estoy acorazado contra la injuria". A los segundos ofrezco la luminosa sonrisa del agradecido.
No hago de la befa y el escarnio "mutualidad de yunta y compañero" (Almafuerte). A los espíritus enclenques y a las mentes torvas, el goce histérico de la cizaña. Cuando escribo no me perturba la malquerencia, pues acostumbro decir lo que siento y lo que pienso al margen de las opiniones de mi vecino. No escribo por conveniencias del momento sino por placer.
Trato de ser útil, sin exigir recompensa, a esta porción geográfica argentina conocida en la historia con el nombre de Patagonia. Utilizo la pluma porque no se manejar la tijera del esquilador, la pala del hortelano, el cubilete del afecto al "cacho"; ni he aprendido a correr detrás de alguna triquiñuela burocrática o leguleya para despojar a alguien de un lote de suelo pedregoso cerca de alguna aguada, o enriquecer con celos de catador a los aprovechados dueños de mesones.
Distraigo mis ocios escribiendo, o pretendiendo escribir. Busco siempre, incorregible desliz de mi escasa cultura intelectual, en el saber cuanto adolezca el propio. Y si alguna vez necesito de alguna autoridad o testimonio donde cobijarme, no indago si su nombre aparece en letras de molde en alguna hagiografía, o si se halla subrayado en el Index. El mismo respeto me merece un Saint-Victor –uno de los más puros escritores laicos de Francia– que un Saint-Simón, el utópico socialista francés de la primera mitad del siglo XIX y compañero de Fourier, Proudhon y Luis Blanc. Los apellidos son independientes de las ideas y de los sentimientos.
El conocimiento de la Historia no es patrimonio exclusivo de los individuos de determinada clase social. Para algunos, la Historia es una sucesión de impresiones fotográficas; para otros, un excelente pretexto para dar cierto brillo bituminoso al patronímico cuyo origen buscase siempre en la nobleza y jamás en los campos, en las cárceles o en las fábricas; para otros, estridencia de clarines y retumbar de cañones; y para los menos, una ciencia útil que enseña las leyes que rigen la vida de las sociedades humanas a partir de la época en que el hombre convirtió a un guijarro en arma de combate.
Porque tengo anhelos para el porvenir de Patagonia –que un día me recibió hosca y huraña, y triste me verá partir–, interrogo a su ayer. Porque en él no descubro seres de mitología o héroes de ocasión; porque sé que encierra lágrimas, odios y sangre de hombres del pueblo con quienes no me unen presuntos o reales vínculos de familia, indago y escribo. Y lo hago con la absoluta libertad propia de un hombre falto de lazos familiares en el pasado, de intereses de grupo, o prejuicios sociales.
Si, en consecuencia, la búsqueda de antecedentes por un lado y la curiosidad por otro, trajeron en feliz consorcio y como lógico resultado el hallazgo de acontecimientos poco o mal conocidos; un mejor conocimiento de la geografía histórica de nuestro litoral marítimo; el descubrimiento de sucesos al margen del desenvolvimiento económico y social de la nueva Patagonia; una más exacta visión de conjunto que fue y es preciso extraer a la letra amarillenta de coloniales papeles de oficio y de libros que se hallan al reparo de los traidores zarpazos de hombres felinos, para dar tema a mi pluma, siempre han de constituir, no lo dudo, un reactivo espiritual para el lector grato dispuesto al aplauso que reconforta, como al otro insatisfecho y hosco, amante de la befa y de la diatriba, que si no halaga, estimula. Y así, en trance de ofrecer a ambos la oportunidad de excitar su celo con el frenético batir de las manos o con la burla solapada sin arte e ingenio que mancha de negro la albura del papel, escribo una vez más, repito, sobre cosas añejas de Puerto Deseado, con sabor de actualidad.
Por la fuerza imperativa de la costumbre y exigirlo la lealtad y honradez con que escribo, pongo mi firma al pie. Me subleva la cobardía del anónimo como no me es simpático el disfraz del seudónimo. Así cargaré públicamente con la giba agobiadora de mis yerros.
Voy a ofreceros, pues, la impresión fotográfica de un oscuro episodio de la Campaña del Desierto que se inició muy cerca de donde moráis, deseadenses amigos y desafectos, hacen ya cincuenta y tres años cabales. En vuestras manos queda."
 
El aporte histórico de este libro es indudablemente trascendental y nos enorgullece haberlo editado.

viernes, 22 de marzo de 2013

¿Qué es la poesía?

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Poesía, fuimos convocados a participar de una mesa debate llamada "Hablemos de Poesía - Verso a Verso", por la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, Majó Abeijón, Susana Medrano y Rubén Gómez.
Comparto la ponencia que escribí y leí en el momento en que me tocó hacerlo:
"Agradezco la posibilidad de integrar esta mesa y, sobre todo, agradezco la confianza que depositaron en mi creyendo que podría aportar algo en un panel y para hablar de poesía. Seguramente aprenderé mucho hoy.
Lo primero que llega a mi cabeza es una pregunta: ¿por qué a mí? Todavía no lo sé.
Lo que sigue a esa pregunta son más y más preguntas y sobre todo una: ¿qué es la poesía?
No me lo pregunté muchas veces pero sí unas cuantas. Hoy volví a preguntarme y me encuentro como antes, como en otros tiempos, sin casi certezas. También escuché a algunos poetas intentar definirla y también leí algunos bosquejos de enunciación sobre lo que para cada uno de ellos es la poesía. Pero me acordé de una en particular, de Bécquer que, en forma de poema, decía:
“¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.”
Pero inmediatamente descarté esta definición puesto que jamás he clavado mi pupila en la suya y no tengo pupila azul, por lo que seguramente se refería a alguien más. Busqué durante algún tiempo, personas con pupilas azules a las que les preguntaba si alguna vez habían clavado las mismas en la pupila de Becquer. De más está decir que he recibido un sinfín de respuestas pero ninguna que venga al caso que nos atañe esta noche.
¿Qué es la poesía?
En la poesía el hombre se une a los fundamentos de su existencia. Ser humano es ser una conversación”, decía Heidegger. Y muchas veces me animé a decir que la poesía no es un género literario, que no es literatura, justamente por esto de lo que habla tan bien Heidegger. Quizás esté en algún lugar entre la metafísica y la ontología, más cerca de la filosofía que de la literatura, más cerca del conocimiento que de la ficción, y más. Tal vez en el lugar de una ciencia o de un arte, o de la intersección de la ciencia y el arte que implique el asombro por el ser y por el estar en un no-tiempo. Porque la poesía es, sin pasado, sin futuro, la poesía es.
¿Qué es la poesía?
Dijo alguna vez Vicente Huidobro que “la poesía es revelación, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesía nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido, porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesía. La poesía da vida a la muerte y más vida a la vida. La poesía es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. La poesía siente más que nada el destino del hombre, y cuando creéis que está cantando, ella está llorando la libertad que es el paraíso perdido o, mejor dicho, el paraíso nunca hallado del ser humano”.
Revelación, iluminación, vida, cantando, libertad, paraíso y ser, todo eso es la poesía y más. La poesía es, más allá del poeta. Está en el canto porque es canto. Tanto hay de música y ritmo en la poesía, tanto hay de ella en la música.
¿Qué es la poesía?
Alguna vez ya conté la anécdota, pero me acordé. La querida poeta Carina Paz me contó que en una cena entre amigos y en su casa, le preguntaron a un tan olvidado como excelente poeta, Joaquín Giannuzzi, qué era la poesía. Gianuzzi observó que en el centro de la mesa había un arreglo floral. Tomó una rosa de allí y se la acercó a quien hacía la pregunta y le respondió con otra pregunta. Le dijo: ¿te gusta?. El inquisidor respondió “si, claro”. Gianuzzi volvió a preguntar, “¿por qué te gusta?”. El otro respondió “porque tiene un color rojo hermoso y su aroma es increíble y…” Gianuzzi lo interrumpió y le dijo: “no, no te pedí que me la describas sino que me dijeras por qué te gusta la rosa”. El otro dijo: “no, no sé”. Gianuzzi sonrió, volvió a hacerse hacia atrás en su silla y le dijo: “eso es poesía”.
¿Qué es la poesía?
Es todo eso y más. Estoy convencido de que la poesía nos habita y está en cada paso que damos sin brújula en el mundo, en cada segundo que no medimos, en cada suspiro que dejamos ser. Todos hemos sido capaces de observar un hecho poético: un yuyo floreciendo en el resquicio que dejan dos baldosas en la vereda, un reflejo del sol sobre la mesa dibujando brillos y formas, una sombra bailando bajo una lluvia torrencial, un color sin descripción sin nombre. Todos hemos sido capaces de expresarnos poéticamente en algún momento, todos dijimos bellamente algo que queríamos decir y casi sin esfuerzo, todos vivimos con ella en los ojos, en los oídos o en la lengua.
Me vuelvo a preguntar ¿qué es la poesía?
Me digo que yo sé cuando estoy en presencia de la poesía, pero ¿qué es la poesía?
Todavía no lo sé.
Muchas gracias."

martes, 19 de marzo de 2013

Hablemos de Poesía, este Jueves 21/03


Hablemos de Poesía
En el Día Mundial de la Poesía, los invitamos a la Mesa-debate
"Verso a verso" con Susana Medrano, Rubén Gómez, Luciana Mellado y
María José Abeijón, el Jueves 21 de marzo a las 20 hs. en el CEPTur,
Avda. H. Yrigoyen y Moreno de Comodoro Rivadavia.
Esperamos contar con su presencia.